“Mi idea de Navidad, tanto pasada de moda como moderna, es muy simple: amar a los demás. Pensémoslo, ¿Por qué tenemos que esperar a Navidad para hacerlo?”.

Bob Hope.

La tradición religiosa cristiana celebra el nacimiento de Jesucristo el 25 de diciembre. La fecha está llena de caros sentimientos, los que muchas veces se tornan paradójicos. Por regla general la alegría se percibe en el ambiente de quienes conocen el significado espiritual de la natividad y también en los que no. Pareciera que el oxígeno se convirtiera en fiesta, quizá la más esperada del año y por eso todos se preparan para alinear las agendas y reunir a la familia en torno a los villancicos, la comida y los regalos.

Otros, que lastimosamente son muchos, ven esta fecha como un reencuentro con la miseria. Es la época propicia para actualizar la conciencia sobre las carencias; pues no hay villancicos, comida, ni regalos, sin dinero. No existe un momento más oportuno para la tristeza que provoca la pobreza, que la última quincena del año. Quizá por eso los índices de criminalidad aumentan, los facinerosos salen a resolver el aguinaldo de ellos, por no contar con un medio legítimo para buscárselo.

Las redes exacerban las expectativas, estas son un canal inmediato para trasmitir los modos ‘ideales’ de vida, fruto de una economía de consumo donde la abundancia y el culto a lo baladí se hace latente. Para los que tienen recursos económicos, seguirle la corriente a las ‘exigencias de barro’ no es problema; tampoco para los que conocen el verdadero sentido de la vida y de la Navidad, que va más allá de las formas materiales y se anida en las almas nobles: “Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos”, como dijo Antoine de Saint-Exupéry en ‘El principito’. Estos últimos estarán felices con o sin monedas.

Me quedo con Bob Hope, la Navidad es amor por los demás. Esa actitud debe ser constante y superar la congestionada época. Debemos romper los límites temporales y espaciales para amar al prójimo o al menos intentarlo. Nos es imperativo trascender con la bondad, el perdón, la empatía y la solidaridad; sumándole al otro no solo con los efímeros y esporádicos encantos de los juguetes, novenas, buñuelos, natillas, pavos, perniles, abrazos, mensajes y lágrimas de fin de año. También procurando el crecimiento sostenible de la sociedad y que aquello nos cause alegría sincera. Es tiempo de abandonar los rencores y las excusas para enemistarnos con el prójimo y de esa manera justificar el desprecio. Debemos entender que el odio no puede dominarnos y tampoco cegar nuestro entendimiento, volvamos a los tiempos de la humildad y la sensibilidad, somos más que nuestros egoístas pensamientos ¡El único remedio para esta sociedad de odios es el amor, somos más que las espigas! Feliz y significativa Navidad y bendecido año 2024 para todos.

*Abogado.

QOSHE - Mensaje de Navidad - Enrique Del Río González
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Mensaje de Navidad

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26.12.2023

“Mi idea de Navidad, tanto pasada de moda como moderna, es muy simple: amar a los demás. Pensémoslo, ¿Por qué tenemos que esperar a Navidad para hacerlo?”.

Bob Hope.

La tradición religiosa cristiana celebra el nacimiento de Jesucristo el 25 de diciembre. La fecha está llena de caros sentimientos, los que muchas veces se tornan paradójicos. Por regla general la alegría se percibe en el ambiente de quienes conocen el significado espiritual de la natividad y también en los que no. Pareciera que el oxígeno se convirtiera en fiesta, quizá la más esperada del año y por eso todos se preparan para alinear las agendas y reunir a la familia en torno a los villancicos, la comida y los........

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