Avanza noviembre y se anuncia ya diciembre con los villancicos en la radio, las luces de colores y el árbol arreglado en centros comerciales; y así... poco a poco se va inflamando el espíritu navideño y algunos reflexionarán sobre su fe. Pero ¿sabía usted que en esta, la era del Antropoceno, existen más de trescientos millones de deidades? Se estima que el ser humano cree en más de cuatro mil religiones; esto es un dato, no una creencia. Al consultar Pew Research Center y el portal de datos alemán Statista, las religiones monoteístas agrupan a la mayoría de creyentes. Las de raíces Abrahámicas (judaísmo, cristianismo e islamismo) se estima que ocupan aproximadamente el 57% de la población mundial creyente. Otras monoteístas como el taoísmo, confucianismo y budismo se encuentran entre un 15 a 18%, dependiendo de las fuentes. El politeísmo hindú es probablemente la más antigua y cuenta con más del 15% de fieles. Hay unas más numerosas, otras más antiguas, pero note usted que siempre tienen en común que para cada una de ellas las demás están transitando su existencia por el camino equivocado. Un buen amigo que trabaja en el Medio Oriente me contaba sobre un compañero de trabajo musulmán, no practicante pero nacido en esa religión que indagaba un poco sorprendido, pero ciertamente con respeto, que si es cierto que los cristianos católicos veneran a María, la madre de Jesús, a lo que le respondió que sí, que es uno de los dogmas del catolicismo y que, para mayor asombro del musulmán, a esa creencia se aferra un elevadísimo número de fieles (los musulmanes creen en María y la honran pero no la veneran como los católicos y muchísimo menos conocen sus advocaciones).

Hasta ahora no he dicho nada controvertido, he expuesto únicamente datos, excepto la anécdota sobre María que pudiera provocar a algún católico. Reconozco que es un tema bastante espinoso y que no tengo intención de adentrarme en el por largas razones, solo lo menciono para contextualizar esta opinión y tener clara la vasta diversidad que existe en asuntos de fe. También en este mundo nos acompañan los no creyentes: ateos con un porcentaje entre el 7 y el 10% (los verdaderos ateos son pocos, hay un malentendido en el vulgo sobre esto. En España esta cifra está llegando al 40%. Si es cierto que usted es no creyente mínimamente haga en privado un ejercicio reflexivo con los conocimientos a su disposición; el más importante genio del siglo XX lo hizo y concluyó que creía en el dios de Spinoza), agnósticos, deístas... El asunto es que pareciera que las religiones van perdiendo fieles y que la humanidad se va haciendo rápidamente menos religiosa y sobre eso vale la pena reflexionar.

Otro asunto, que también es un dato, es que ciertas raíces filosóficas son comunes entre ellas -raíces de moral natural, excluido lo teológico- que permiten preguntarse por un sentido de la vida y encontrarlo cada quien, a su manera, en la religión o la filosofía. Preguntarse por ese sentido de la vida es lo que ha hecho que el ser humano busque respuestas en los distintos dioses de las religiones que he mencionado. Hace más de 2.500 años, en la antigüedad occidental, hubo un punto de inflexión histórico con Tales de Mileto, Anaximandro, Pitágoras... fue una transición del mito al logos referido al cambio de enfoque en la forma que se explica el mundo y se busca comprender la realidad. ¿Pudiera ser que todos estos cambios que estamos viviendo estén anunciando el principio de los antecedentes de un nuevo punto de inflexión histórico?

En todas las culturas que conocemos, seculares o religiosas, la cuestión de cómo vivir es un principio. ¿Cómo deberíamos arrostrar los hechos de la vida y sus vicisitudes? ¿Cómo deberíamos comportarnos en el mundo y tratar a los demás?

Preguntas que quizás aborden sumariamente la mayoría de los interrogantes y propósitos de las religiones. Unos lo buscan en lo místico, otros en lo extremadamente racional y se abrazan a estos dos extremos, oros en sus matices, resolviendo así el significado y propósito de la vida. Matices que puede encontrar, por ejemplo, en la filosofía existencial, y en una estela de prácticas seculares, como el humanismo secular, el budismo secular, la cultura ética... o tal vez llegue usted a la conclusión de que no existe ningún sentido y no tenga ninguna afiliación religiosa lo cual es respetable y aceptable como pertenecer a cualquier religión.

Características como depender de la ciencia y tener una concepción moderna de la racionalidad son propias del Humanismo Secular (HS) o Científico que no es una religión stricto sensu, pero alguno podría decir que se parece. Heredero del pensamiento ilustrado, es un “sistema filosófico progresivo de vida que, sin un dios u otras creencias sobrenaturales, afirma nuestra habilidad y responsabilidad de llevar vidas éticas de satisfacción personal que aspiran al bien de la humanidad” (Lochhaas); es así que estamos ante un sistema no religioso pero que utiliza al máximo la razón, el naturalismo filosófico y aspectos morales universales como una forma de vida sin tener jerarquías, organización ni fundador y rechazando cualquier tipo de dogma. El primer manifiesto o manifiesto fundacional se estableció en 1933 y luego ha sido varias veces actualizado; el último en 2003. Como ejemplos, tenemos la no creencia en la oración demandante; de ésta se acepta su validez cuando la ciencia la respalda demostrando biológicamente que al producir un estado de relajación -distraer la atención de uno mismo-, como en la meditación, contribuye en la liberación de endorfinas y neurotransmisores involucrados en la mejoría o recomposición del estado de algunas alteraciones físicas -dolor- o mentales -efecto psicológico o placebo- como ha sido demostrado por la ciencia; la iglesia y el estado deben estar separados, se propugna por un gobierno que aliente la libertad en diferentes valores morales, políticos, religiosos y sociales, los sistemas económicos deberían aumentar el bienestar de todas las personas y grupos, etcétera. En suma, es una filosofía de vida sin creencias sobrenaturales. Antes dije que podría parecerse a una religión y fácilmente se pensaría que no sea del todo profano ya que la valoración extrema de la razón bien pudiera señalarse de ser una sacralización aparente - la acusación más grave contra un humanista secular-; así que tampoco transcurre sin críticas. En todo caso para completar el título, el HS es una alternativa al pensamiento mágico y la religión.

Retomando mi especulativa pregunta de si estamos ante un nuevo punto de inflexión histórico me veo obligado a citar a Mircea Eliade en su libro “Lo sagrado y lo profano”: la desaparición de las “religiones” no implica en modo alguno la desaparición de la “religiosidad”; la secularización de un valor religioso constituye simplemente un fenómeno religioso que ilustra, a fin de cuentas, la ley de la transformación universal de los valores humanos. La “religiosidad”, aparentemente, constituye una estructura ultima de la conciencia. El tiempo responderá mi pregunta, pero no estaremos ya aquí para saberlo.

En fin... Aunque hoy consideremos que estamos en nuestro punto más alto, sé que somos muy pequeños aun en la escala cósmica y evolutiva humana por mucho que hayamos avanzado; pero nuestro proceso de evolución biológico y de conciencia -nótese la separación ya que no ha podido establecerse una base biológica de la conciencia- nos conducirá finalmente a resolver, en el “uno” o la “unidad” -¿estaré adaptando a nuestra época mi interpretación de Plotino, el principal filosofo exponente del Neoplatonismo del siglo III de nuestra era, cuando establece los conceptos de “UNO” Y “NOUS”, la universalidad en la unidad?- estas disyuntivas que han causado, y siguen causando, tanto dolor y sufrimiento a la humanidad.

Estoy convencido que finalmente tras el avance del conocimiento y la evolución humana se producirá un mundo donde se encuentre la perfecta conciliación entre razón y fe, lo que es aún hoy una división y que fue intención de grandes filósofos como Tomás de Aquino y de aquel importantísimo obispo de Hipona; será así como todas estas diferencias pasadas y presentes se verán como marcas opacas de la huella evolutiva humana. ¿Piensa usted lo mismo? ¿Será entonces un asunto que resolverá la evolución?

A mis lectores, si los tengo, prometo ser menos reflexivo en mi próxima columna. Pero filosofar es importante, aunque sea de vez en cuando; recordemos el caso de un alcalde de Cartagena que dijo que la filosofía no servía; no lo nombraré porque como dijo aquel famoso cantante en su vallenato: “Si lo nombro, le doy importancia”.

Ese alcalde finalmente, por otros hechos, acabó preso: es evidente que él nunca pudo hacer uso de la filosofía, pero aun hoy tendría tiempo.

QOSHE - El humanismo secular, una alternativa a... - Gonzalo J. García
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El humanismo secular, una alternativa a...

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18.11.2023

Avanza noviembre y se anuncia ya diciembre con los villancicos en la radio, las luces de colores y el árbol arreglado en centros comerciales; y así... poco a poco se va inflamando el espíritu navideño y algunos reflexionarán sobre su fe. Pero ¿sabía usted que en esta, la era del Antropoceno, existen más de trescientos millones de deidades? Se estima que el ser humano cree en más de cuatro mil religiones; esto es un dato, no una creencia. Al consultar Pew Research Center y el portal de datos alemán Statista, las religiones monoteístas agrupan a la mayoría de creyentes. Las de raíces Abrahámicas (judaísmo, cristianismo e islamismo) se estima que ocupan aproximadamente el 57% de la población mundial creyente. Otras monoteístas como el taoísmo, confucianismo y budismo se encuentran entre un 15 a 18%, dependiendo de las fuentes. El politeísmo hindú es probablemente la más antigua y cuenta con más del 15% de fieles. Hay unas más numerosas, otras más antiguas, pero note usted que siempre tienen en común que para cada una de ellas las demás están transitando su existencia por el camino equivocado. Un buen amigo que trabaja en el Medio Oriente me contaba sobre un compañero de trabajo musulmán, no practicante pero nacido en esa religión que indagaba un poco sorprendido, pero ciertamente con respeto, que si es cierto que los cristianos católicos veneran a María, la madre de Jesús, a lo que le respondió que sí, que es uno de los dogmas del catolicismo y que, para mayor asombro del musulmán, a esa creencia se aferra un elevadísimo número de fieles (los musulmanes creen en María y la honran pero no la veneran como los católicos y muchísimo menos conocen sus advocaciones).

Hasta ahora no he dicho nada controvertido, he expuesto únicamente datos, excepto la anécdota sobre María que pudiera provocar a algún católico. Reconozco que es un tema bastante espinoso y que no tengo intención de adentrarme en el por largas razones, solo lo menciono para contextualizar esta opinión y tener clara la vasta diversidad que existe en asuntos de fe. También en este mundo nos acompañan los no creyentes: ateos con un porcentaje entre el 7 y el 10% (los verdaderos ateos son pocos, hay un malentendido en el........

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