Jorge Ramón Vergara González (Sincelejo, julio 24/1929; Cartagena, enero10/2017), conocido en la región Caribe como “Mon”, se hizo famoso no solo como gallero, también por su repentismo y ocurrencias ubicadas, sutilmente, en el punto medio de realidad/ficción.

El árbol de sus historias es frondoso e inverosímil: trabajaba de sol a sol en la draga que mantenía en condiciones navegables al canal del Dique durante el verano y sin inundaciones en invierno. Contaba que de Bogotá enviaron expertos ingenieros a evaluar el trabajo de dragado y entregaron sus recomendaciones, con las cuales mi tío Mon no estuvo de acuerdo al punto que el propio presidente Virgilio Barco, ingeniero de la Universidad Nacional, convocó reunión pidiéndole a Mon que le explicara sus puntos de vista. Finalmente, el presidente le dio la razón: “Me quito el casco frente a usted. ¿Dónde estudió Ingeniería?”. “En la escuela de la vida, presidente”. Y lo sacaron en hombros. Eso nunca ocurrió, pero lo repetía con tantos detalles que hasta el decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Cartagena llegó a Calamar con la intención de contratarlo.

En sus tiempos libres fabricaba estuches de espuelas de carey apetecidas en Colombia, Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, España y Panamá, y al llegar a Cartagena los fines de semana, dedicaba toda su sapiencia entrenando gallos de pelea, tal como lo hizo “Tabaquito” Sáenz con Kid Pambelé.

Su fama de gallero traspasó fronteras, incluso Fidel Castro envió a su hermano Raúl a encargarle varios estuches de sus afamadas espuelas y retar a su gallo “Zurdo”, invicto en 87 peleas, para enfrentar allá, en La Habana, al temible pollo “Lenin”. Aseguran que la pelea, entre vítores y madrazos, no duró más de quince segundos: el pechiche de Fidel quedó con las tripas al aire mientras el pupilo de Mon no cesaba de cantar victoria encima de su cadáver, situación de vergüenza nacional que generó tensas relaciones diplomáticas: los Castro aseguraban que el “Zurdo” estaba embrujado, pues todos los gallos del planeta eran ambidiestros menos el de Mon Vergara. Sería la primera vez que dos países se fueran a la guerra por culpa de un gallo fino.

Se casó en Calamar, Bolívar, con Miriam Llach, de ascendencia alemana; tuvo tres hijas: Lía, Miriam Luz y Yolanda, quienes, como era de esperarse, resultaron alérgicas a los gallos finos.

La última vez que conversamos estaba muy enfermo, pero aún lúcido y “mamador de gallo”.

-¿Cómo te parece, sobrino? Estos políticos nos hacen pistola apenas se posesionan ante jueces y notarios: deberían hacerlo en las galleras: “Palabra de Gallero” es “palabra de honor”, pacto sagrado sin perendengues. Escriba eso cuando me muera, uno nunca sabe.

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A posesionarse en las galleras

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18.12.2023

Jorge Ramón Vergara González (Sincelejo, julio 24/1929; Cartagena, enero10/2017), conocido en la región Caribe como “Mon”, se hizo famoso no solo como gallero, también por su repentismo y ocurrencias ubicadas, sutilmente, en el punto medio de realidad/ficción.

El árbol de sus historias es frondoso e inverosímil: trabajaba de sol a sol en la draga que mantenía en condiciones navegables al canal del Dique durante el verano y sin inundaciones en invierno. Contaba que de Bogotá enviaron expertos ingenieros a evaluar el trabajo de dragado y entregaron sus recomendaciones, con las cuales mi tío Mon no estuvo de acuerdo al punto que el propio presidente Virgilio Barco, ingeniero de la........

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