Desde su fundación (junio1 de 1533) por el astuto y ambicioso Pedro de Heredia, los españoles temían al diablo, a las pestes y miserias.

Resignados, echaban raíces huyéndole a sus acreedores y barrotes de la justicia que los aguardaban en la Madre Patria. Decidieron quedarse para siempre desafiando el agreste clima, colmillos invisibles del tétanos, leishmaniasis, lepra, dengue, tuberculosis, hidrofobia, sífilis, cólera, leptospirosis y, sobre todo, a las flechas envenenadas de los Caribes reclamando sagrados territorios.

Infortunadamente, 491 años después, estos morbos medievales permanecen aquí con afinada puntería y licencia para matar: ‘Enfermedades emergentes’ devoradoras de familias que sobreviven de milagro, víctimas inocentes de la injusticia y el abandono estatal; sin embargo, nadie está a salvo: en 2022 el fatídico dengue hizo estragos en toda la comarca aprovechando el insuficiente control ambiental a vectores: murieron desangrados 16 niños y jóvenes mientras las autoridades distritales dieron a semejante tragedia, la misma importancia que a los perros callejeros. Por fortuna, el nuevo alcalde de Cartagena, Dumek Turbay Paz, nombró director del Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis) al médico patólogo Alex Tejada Núñez, sensible, estudioso, pulcro, riguroso, dispuesto a utilizar todas las estrategias para que JAMÁS ocurra un nuevo holocausto de ángeles.

En esta lucha sin cuartel contra enemigos invisibles, impone vincular a la comunidad, escuelas, colegios, priorizando el utocuidado, nombrándolos ‘Guardianes del medio ambiente’, donde se incuban la mayoría de las enfermedades emergentes.

Ojalá alcalde@gobernador gestionen convenios con entidades que aportan soluciones novedosas y efectivas, como las vacunas y la estrategia creada en el Laboratorio de Enfermedades Tropicales (Universidad de Antioquia) por el doctor Iván Darío Vélez, cuya investigación es considerada “el aporte más importante para controlar el dengue en todo el mundo”, infectan mosquitos con una bacteria impidiéndoles trasmitir cualquiera de los cuatro virus del dengue, chikunguña, fiebre amarilla y zika.

Anualmente, entre 100 y 400 millones de personas, de casi todos los países, son infectadas por este virus inclemente, 40.000 fallecen, 20.000 en Colombia con aporte significativo de Cartagena. ¿Quién lo duda? Las masacres por dengue compiten con nuestro infame e interminable conflicto armado interno.

Pero hay luces de esperanza: la vacuna viene en camino y cuatro municipios de Antioquia realizan pruebas pilotos infectando a la hembra del Aedes aegpti, trasmisor de la enfermedad, con la bacteria Wolbachia. Medellín, Bello, Itagüí y Sabaneta, obteniendo resultados prometedores. ¿Por qué no incluir al Distrito de Cartagena y municipios de Bolívar? El doctor Vélez está dispuesto a convertirse en nuestro aliado estratégico.

Pensando en nuestros hijos y nietos, aun duele en el alma la tragedia de 2022. Que JAMÁS se repita es compromiso de todos: Cero muertes por dengue, ¡Manos a la obra!