Gustavo Petro Urrego, 64 años, elegido presidente de Colombia –ejerce desde el 7 agosto de 2022–, desde el primer día de su mandato utiliza un lápiz amarillo en intervenciones populares, medios de comunicación, Congreso de la República, ONU, OEA, en Ciénega de Oro –su pueblo natal– o en Zipaquirá, donde emplumó y brotaron las espuelas al gallo de perennes contiendas sociales y políticas.

Inteligente y de recio carácter, Petro Urrego es capaz de exponer sus ideas, con el mismo énfasis y desparpajo, frente al Papa y sus cardenales que ante los pescadores de La Boquilla, convirtiendo ahora el lápiz amarillo en su herramienta inseparable, cuyos movimientos pendulares lo acompañarán hasta el último día de su mandato: discursos ideológicos, vericuetos económicos, bosquejando los caminos escarpados de la ‘Paz Total’ con idénticos decibeles, vigor y rebeldía de sus años mozos, cuando acompañado de rebeldes soñadores, entre ellos mi primo Rafael Vergara Navarro, robaron la espada de Simón Bolívar y germinó el M-19 que, 48 años más tarde, lo condujo a la Casa de Nariño.

Aseguran sus contradictores que el fogoso presidente utiliza el lápiz amarillo para distraer la atención e hipnotizar a la concurrencia al estilo de Jabir Iban Hayyan, mago islámico pero, el verdadero mensaje lo plasmó el autor ingles Edward Bulwer Lytton: “Hace más daño un escrito bien concebido, que una estocada”. Triunfo de la inteligencia sobre la fuerza bruta, el poder infinito de la educación para trasformar pacíficamente al mundo, como dejó constancia Malala Yousafzai, Paquistaní –Premio Nobel de Paz en 2014, a sus 17 años de edad–, en discurso que aún retumba en el recinto de la Asamblea General de las Naciones Unidas defendiendo el sagrado derecho a la educación de calidad para todos los niños de la tierra, asegurando que, en medio de los conflictos que nos calcinan: “El Lápiz es más poderoso que la espada”, Benjamín Herrera, destacado militar colombiano, que tuvo el coraje de extinguir la ‘Guerra de los mil días’ firmando el Tratado del Wisconsin, deteniendo ríos de sangre y odio. Fundador de la Universidad Libre, garante de libertades y respeto absoluto a derechos ajenos, aseguraba que “El lápiz es más poderoso que la espada: azadones y pupitres, dejarán sin oficio a los fusiles”. Pero cuando nuestro presidente trasformó su lápiz en batuta, dispuesto a dirigir la orquesta ‘Colombia Legislativa’, muy pocos acogieron su repertorio: la ‘Marcha triunfal’ de Giuseppe Verdi, músicos ‘radicales’ cambiaron su partitura por la ‘Marcha fúnebre’, de Frédéric Chopin; ‘Danubio azul’, de Johann Strauss, es ahora pastranista y, aquel concierto cuaternario buscando la ‘Paz Total’, directo a la alcantarilla legislativa al son de ‘Pesares’, obra cumbre del maestro José Barros, advirtiendo que ni una sola de sus notas acompañará el ‘paso-doble: la Constituyente’.

QOSHE - El lápiz del presidente - Henry Vergara Sagbini
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

El lápiz del presidente

18 0
29.04.2024

Gustavo Petro Urrego, 64 años, elegido presidente de Colombia –ejerce desde el 7 agosto de 2022–, desde el primer día de su mandato utiliza un lápiz amarillo en intervenciones populares, medios de comunicación, Congreso de la República, ONU, OEA, en Ciénega de Oro –su pueblo natal– o en Zipaquirá, donde emplumó y brotaron las espuelas al gallo de perennes contiendas sociales y políticas.

Inteligente y de recio carácter, Petro Urrego es capaz de exponer sus ideas, con el mismo énfasis y desparpajo, frente al Papa y sus cardenales que ante los pescadores de La Boquilla, convirtiendo ahora el lápiz amarillo en su herramienta inseparable, cuyos movimientos pendulares lo acompañarán hasta el último día de su........

© El Universal


Get it on Google Play