Para comprender los sainetes generados por la Reforma a la Salud de los colombianos y tomar las mejores decisiones, es preciso ajustarla, no solo al pensamiento político de gestores u opositores, sino enmarcarla en los nuevos paradigmas del irreprochable papa Francisco: “Todo proyecto que impacte la calidad de vida de los seres humanos, debe ser socio- económicamente justo y viable, ambientalmente sostenible y éticamente responsable” en el entendido que los servicios médico-asistenciales no son ‘mercancías’, sino derechos fundamentales que tocan las fibras más íntimas de las familias, sobre todo las más humildes.

Y cuando surgen estos temas invoco, nuevamente, el pensamiento de virólogo Albert Sabin, investigador polaco-estadounidense, quien en 1962 desarrolló la vacuna oral contra la poliomielitis, enfermedad que cobró millones de vidas o dejaba a sus víctimas con parálisis flácida en todo el mundo.

El doctor Sabin convocó rueda de prensa para anunciar su descubrimiento, generando aplausos y lágrimas de alegría.

En medio de la celebración, un reportero preguntó a ‘quemarropa’: - “Doctor Sabin, ¿en qué empresas y bancos guardará usted la inmensa fortuna derivada de su descubrimiento?”.

El científico-humanista contestó con otra pregunta que aún retumba en el recinto y en las conciencias: - “¿Acaso el sol cobra por su luz? Alumbra por igual a todos sin importar condición social, raza, nacionalidad. Esta vacuna pertenece a la humanidad, es la sumatoria de saberes de quienes nos precedieron. La dono, sin ninguna contraprestación, para distribuirla a todos los países, sin distingo alguno; la vida y la salud son bienes valiosísimos y no tienen precio.”

¡Cuánta falta nos hace ese actuar sublime y generoso en medio de una sociedad insaciable, donde todo se compra y se vende, calcinadas por la avaricia intemporal, sin alma ni escrúpulos!

Es imposible abordar el tema de la salud soslayando las reflexiones de José Gregorio Hernández, exmagistrado, escritor, ecuánime jurista, quien asegura tajantemente: “Salud, derecho violado: 97% de tutelas impetradas en todo el país exigen cumplimiento a ese Derecho Fundamental, pero los fallos rara vez se cumplen” y en Navidad retornan a mi memoria dramas como el de Alberto y Matilde, desplazados por la violencia, padres de Carlos y Efraín. El primero, 17 años, murió de cáncer linfático el 24 de diciembre, esperando que su EPS aprobara la quimioterapia a pesar de tutelas y desacatos, y su hermano inseparable, 14 añitos, el mismo día, se cortó las venas.

“¿Sabe por qué murieron mis hijos? ¡Porque soy humilde y no tengo fusil al hombro!, mire...”, me dijo, mostrándome la foto a colores publicada en páginas ‘Sociales’ de un periódico capitalino, mientras los velaba, era el gerente de la EPS que festejó el quinceañero de su hija con la presentación en vivo de un famoso cantantre de música vallenata.

QOSHE - Las EPS y el festejo de cumpleaños - Henry Vergara Sagbini
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Las EPS y el festejo de cumpleaños

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11.12.2023

Para comprender los sainetes generados por la Reforma a la Salud de los colombianos y tomar las mejores decisiones, es preciso ajustarla, no solo al pensamiento político de gestores u opositores, sino enmarcarla en los nuevos paradigmas del irreprochable papa Francisco: “Todo proyecto que impacte la calidad de vida de los seres humanos, debe ser socio- económicamente justo y viable, ambientalmente sostenible y éticamente responsable” en el entendido que los servicios médico-asistenciales no son ‘mercancías’, sino derechos fundamentales que tocan las fibras más íntimas de las familias, sobre todo las más humildes.

Y cuando surgen estos temas invoco, nuevamente, el pensamiento de virólogo Albert Sabin, investigador........

© El Universal


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