El llamado es claro: no procrastinar más, la salud del planeta no da espera, los hábitos de consumo deben cambiar y en este escenario el papel de las marcas es fundamental para alcanzar este propósito que necesita mucho sentido común.

Sentido común para poder forjar un futuro esperanzador, lleno de generosidad, alejado del individualismo que influye en las decisiones de compra y en todas las decisiones de la vida misma.

La quinta edición del estudio Marcas con Valores, realizado por la consultora española 21 Gramos, publicación de referencia que desde 2015 muestra las tendencias y la evolución de los temas relacionados con el consumo consciente, nos comparte algunos avances en la carrera por la sostenibilidad, y nos hace un llamado enfático, tanto para los ciudadanos como para las marcas, que tiene que ver con dejar atrás el mal hábito de aplazar lo que sabemos redundará en bien para nuestra vida y la vida de las generaciones futuras.

Lo positivo, nos muestra cómo la Generación Z va escalando posiciones en la categoría de los consumidores consecuentes (aquellos consumidores, que, según este estudio, reflexionan, compran y comprenden el impacto de sus hábitos de consumo en términos socioambientales, siendo así catalogados también como consumidores responsables). Y aunque aún hay mucho por hacer para educar e incidir en los hábitos de compra de los ciudadanos, se reconoce una mayor sensibilidad frente al consumo, 84% de las personas ya son catalogadas como consecuentes y otras conscientes, es decir, algunas definitivamente actúan en consecuencia con valores y las otras, que tienen cierta sensibilidad, pero aun sabiendo lo que deberían hacer, no lo hacen.

Y es que, en términos de sostenibilidad, lo perfecto es enemigo de lo bueno, es el momento de no aplazar más, por ejemplo, la separación de los residuos o el ahorro de energía. Educarnos como consumidores es vital, conocer más de las marcas que a diario consumimos es un gran paso, indagar por la huella social y ambiental que dejan nos dará luces para hacer lo correcto. Preguntarnos por qué consumimos lo que consumimos, cómo estamos tomando las decisiones de compra, qué tan informados estamos y lo más retador es qué tan dispuestos estamos a renunciar a satisfacer deseos que van en contra del planeta, el lugar que habitamos y que pide a gritos un cambio drástico y permanente en la forma en que la humanidad ha basado su desarrollo económico.

Las marcas tienen mucho que aportar en este sentido, desde el liderazgo ético y responsable, la transformación cultural corporativa que apalanque los cambios y la innovación en la comunicación, yendo más allá de incorporar nuevos formatos y canales. Todos estos esfuerzos son vitales para impulsar la sostenibilidad. Necesitamos más que nunca armonía y coherencia entre ciudadanos y marcas.

QOSHE - Consumo responsable - Jackeline Pájaro López
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Consumo responsable

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05.02.2024

El llamado es claro: no procrastinar más, la salud del planeta no da espera, los hábitos de consumo deben cambiar y en este escenario el papel de las marcas es fundamental para alcanzar este propósito que necesita mucho sentido común.

Sentido común para poder forjar un futuro esperanzador, lleno de generosidad, alejado del individualismo que influye en las decisiones de compra y en todas las decisiones de la vida misma.

La quinta edición del estudio Marcas con Valores, realizado por la consultora española 21 Gramos, publicación de referencia que desde 2015 muestra las tendencias y la evolución de los temas relacionados con el consumo consciente, nos comparte algunos avances en la carrera por........

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