Pensar en la cultura, no solo como expresión artística o como vehículo para el emprendimiento, es fundamental para Cartagena, ciudad ampliamente reconocida por su patrimonio histórico e inmaterial, que intenta construir una nueva realidad con visión de futuro esperanzador.

La cultura es todo lo que vemos y experimentamos, es lo que finalmente como ciudadanos alimentamos con nuestros comportamientos y construimos de manera colectiva. La cultura es fuerza viva y a través de ella podemos movilizar los cambios que requerimos de manera estructural.

En una ciudad con tantos desafíos sociales, necesitamos trabajar de manera articulada por la exaltación de los procesos que, desde lo local, se gestan y se mantienen vivos en las comunidades y escuelas, y que se convierten en ejemplo de lucha y tenacidad. No es solo tarea del IPCC, en el cumplimiento de sus funciones, el ser agente movilizador de la cultura, sino que estamos llamados todos los ciudadanos, empresas y organizaciones a sumar en procesos que permitan un florecimiento de nuestra identidad cultural y apalancar con ello la transformación de las complejas realidades que atravesamos.

Me sumo a las voces que por estos días han destacado las diferentes puestas en escena con enfoque cultural que tuvimos en el Centro Histórico durante Semana Santa, o las memorables presentaciones de ‘Sabrosura, el musical’, obra insignia de ese gran artista que es Boris García, con lo que reafirmamos que Cartagena puede ser epicentro de ofertas de talla mundial. Es de exaltar el talento local, talento que no le teme a soñar y a trabajar muy duro para sacar adelante proyectos e iniciativas que sin el respaldo necesario pudieran caer en el abandono.

La cultura es un derecho al cual deben acceder todos los ciudadanos. Se necesitan reales esfuerzos y voluntades para garantizar una oferta permanente en la ciudad, que facilite el fortalecimiento de las expresiones artísticas. Pero no es lo único. Necesitamos una cultura ciudadana que incentive el cuidado del ambiente, el buen trato y el respeto, que promueva unos nuevos comportamientos para hacer sostenibles los procesos.

No podemos seguir normalizando y aceptando como parte de la ‘cultura’ aquello que nos resta, que no deja que avancemos. No puede ser normal, por ejemplo, ver las motos en contravía, seguir viendo basureros satélites por doquier.

Pongamos la cultura en el centro, como un gran proyecto colectivo que nos permita construir una visión común sostenible y perdurable, desde las familias, la estructura educativa, la institucionalidad, el ecosistema empresarial, la academia y las organizaciones del sector civil.

Una cultura incluyente, donde se reconocen valores que les dan un marco a las dinámicas ciudadanas, donde el compromiso de sus habitantes marca la pauta, y donde podamos acompasar el ritmo que como sociedad llevamos para realmente transformar.

*Estratega de comunicación, reputación y marca.

QOSHE - Cultura para transformar - Jackeline Pájaro López
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Cultura para transformar

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14.04.2024

Pensar en la cultura, no solo como expresión artística o como vehículo para el emprendimiento, es fundamental para Cartagena, ciudad ampliamente reconocida por su patrimonio histórico e inmaterial, que intenta construir una nueva realidad con visión de futuro esperanzador.

La cultura es todo lo que vemos y experimentamos, es lo que finalmente como ciudadanos alimentamos con nuestros comportamientos y construimos de manera colectiva. La cultura es fuerza viva y a través de ella podemos movilizar los cambios que requerimos de manera estructural.

En una ciudad con tantos desafíos sociales, necesitamos trabajar de manera articulada por la exaltación de los procesos que, desde lo local, se gestan y se mantienen vivos en las........

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