Recientemente, celebramos una vez más el Día del Periodista, y gracias a una invitación de la Universidad Tecnológica de Bolívar, a través de su programa de Comunicación Social, se abrió un espacio no solo para exaltar el rol del periodismo en la sociedad, sino también para conversar acerca de la relación entre periodistas y directores de comunicación.

Muy gratamente, este evento convocado desde la academia, sirvió como una recarga inspiradora, convocando a nuevas generaciones en formación y a profesionales en ejercicio tanto del periodismo como de la comunicación en organizaciones. La pasión, la entrega y la ética se reafirman como ejes impulsores de quienes elegimos dedicarnos a comunicar.

En el marco del evento se abrió el panel Dircoms y periodistas: entre lo organizacional y la reportería, en el que participé junto a destacados colegas. Reflexionamos sobre la evolución y desafíos del ejercicio de la comunicación en las organizaciones, acerca de cómo se configura su futuro y cómo convive con el periodismo, en una relación natural y que debe tener claro el propósito.

Y es que, en una sociedad democrática los ciudadanos deben tener garantizado el acceso a la información, a información veraz que les permita entender el contexto y tener mejores posibilidades de desarrollo, y en este sentido, tanto empresas como medios de comunicación juegan un papel determinante.

Para lograr una exitosa articulación entre Dircoms y periodistas, los directores de comunicación deberán entender el periodismo desde adentro, gestionar la información oportunamente y contar con voceros preparados para ser facilitadores, entrenados en el uso de un lenguaje claro y sencillo. Los Dircoms y CEO de las compañías deberán comprender que el interés general es el que prima, que los medios no son altoparlantes de informaciones corporativas que poco o nada interesan a las audiencias y que, ante todo, buscan la verdad y las historias transformadoras de gente real.

El compromiso ético entre Dircoms y periodistas es indispensable para garantizar la confianza, y un relacionamiento basado en el respeto y la colaboración. En el actual escenario de incertidumbre que vivimos y donde el cambio es la constante, es esencial velar por una comunicación responsable, venga de donde venga.

Lo que hoy estamos viendo en el caso de los comunicadores organizacionales son nuevas exigencias, un nuevo perfil que va más allá de diseñar y ejecutar una buena estrategia de comunicación. Algunos han señalado como una nueva revolución industrial lo que estamos viviendo con la transformación del rol que ejerce la comunicación en las organizaciones, donde hoy más que nunca desde la función de comunicación y/o reputación se aporta valor en la toma de decisiones estratégicas, contribuyendo a una visión global en las compañías a través de la gestión de intangibles.

En definitiva, comunicadores y periodistas estamos llamados a construir nuevas narrativas, a elevar nuestra voz y a ser generadores de confianza. El país necesita de nuestro compromiso con la verdad.