El gobernador de Antioquia está promoviendo una república federal para Colombia. Por su parte, la Misión de Descentralización en marcha ha propuesto unos cambios en el esquema de transferencias vigente, el sistema general de participaciones (SGP). Las dos propuestas buscan una mayor equidad y autonomía territorial, la pregunta es cuál avanza más en estos frentes.

El proyecto antioqueño plantea que los tributos directos (impuestos de renta a las empresas y personas más el de patrimonio) vayan a los departamentos. Estos tributos continuarían siendo recaudados por la DIAN, que descontaría un 15% del recaudo a distribuir para que esta entidad se pague su administración y el resto lo destine a un fondo de compensación. Este fondo estaría destinado a retribuir transitoriamente a los departamentos que perderían recursos frente a la situación actual (San Andrés, Amazonas, Guainía y Vaupés). Los recursos se distribuirían en función de la población: cada departamento recibiría la participación que tiene en el total nacional.

La Misión de Descentralización propone cambios en el SGP con un piso a su valor (31% de los ingresos corrientes de la Nación), con lo cual se evitaría la caída que ha tenido esta participación en los últimos años. Además, se crearían dos bolsas en el SGP: una sectorial y otra territorial. La primera incluye los recursos destinados a salud y educación, mientras que la segunda contempla propósito general, agua potable, saneamiento básico y asignaciones especiales. Actualmente la bolsa sectorial representa el 80% y la territorial el 20% y se llevaría al 70% y 30% en cinco años. Para la distribución del componente de propósito general, se utilizaría un criterio de igualación fiscal con el fin de otorgar más recursos a los municipios con menor capacidad recaudatoria.

La Misión también sugiere la creación de un esquema nuevo de transferencias: el Fondo de Convergencia Económica Territorial (FECET). Este fondo entregaría recursos adicionales a los departamentos buscando potencializar sus capacidades productivas según sus vocaciones, de tal forma que contribuya a la convergencia regional. Corrige asimismo la debilidad recaudatoria de los departamentos.

Para revisar la equidad regional de la distribución de los recursos de la situación actual, la propuesta antioqueña y las reformas de la misión de descentralización, estimamos el coeficiente Gini de los tres escenarios. Este indicador se mueve entre 0 (mayor igualdad) y 1 (mayor desigualdad). Los resultados muestran que el Gini de la situación actual es 0,42, para la propuesta antioqueña es 0,53 y en el caso de la misión es 0,35. Es decir, en materia de equidad regional la propuesta antioqueña empeoraría la situación actual y la de la Misión de Descentralización lograría un avance.