El último día del año es un buen momento para realizar un balance de lo sucedido con el presupuesto público del Distrito, el cual deja un sabor agridulce. Aunque el monto aprobado para 2024 es el más alto de la historia, los recursos disponibles para inversión no aumentarán en la misma proporción.

De acuerdo con la presentación del presupuesto para 2024 que realizó la Secretaría de Hacienda Distrital ante el Concejo, el monto total alcanzaría los $3,4 billones. El 96% de los recursos provienen de dos fuentes: las transferencias del Gobierno nacional (55%) y los ingresos tributarios (41%).

Con relación al presupuesto aprobado para 2023, se registrará un incremento de $613 mil millones en 2024. Las dos fuentes mencionadas anteriormente son las responsables del grueso del aumento: el recaudo de impuestos con $319 mil millones y las transferencias con $248 mil millones. En el total recaudado, el Impuesto de Industria y Comercio se convertirá en el principal tributo del distrito ($607 mil millones), seguido por el Predial ($374 mil millones).

La distribución del presupuesto de gasto indica que para funcionamiento serían $714 mil millones, al servicio de la deuda corresponderían $68 mil millones y $2,6 billones irían para inversión, mucho de este último financiado con las transferencias que llegan con un uso condicionado a determinados sectores. El gasto de funcionamiento pertenecería principalmente a la administración central ($602 mil millones), mientras que a los establecimientos públicos se destinarían $67 mil millones y a los entes de control, $43 mil millones.

Llama la atención en la presentación de la Secretaría de Hacienda los llamados ingresos corrientes de libre destinación (ICLD), los cuales corresponden a aquellos recursos cuyo destino no está definido por ley o un acuerdo municipal. Por ejemplo, dentro de los ICLD no se incluyen las transferencias del Gobierno nacional, cuyo uso está orientado por ley a educación, salud, acueducto y alcantarillado.

De acuerdo con la estimación realizada, los ICLD llegarían a $974 mil millones; sin embargo, luego de descontar lo establecido por ley para funcionamiento y los entes de control, además de los compromisos de deuda y otros fondos locales, se determina que el disponible para nuevas inversiones sería $350 mil millones.

Este monto decepciona cuando se compara con presupuestos anteriores de $1,8 billones y se contaba con unos $280 mil millones de ICLD para inversión. En 2024 casi se duplicará el presupuesto total, pero los recursos libres para nuevos proyectos solo aumentarían en $70 mil millones; es decir, que la mayor presión tributaria no se ve reflejada en una similar proporción en los ICLD para inversión.

Cierro agradeciéndoles a aquellas personas que durante el año se tomaron un tiempo para leer mis columnas, a quienes deseo lo mejor para el 2024.