Por allá en 1842, un abogado inglés de nombre Edwin Chadwick publicó un reporte en el que, empleando métodos estadísticos, demostró la relación directa entre las malas condiciones higiénico-sanitarias y la enfermedad. Entre las cosas sorprendentes de dicha publicación resalta la fuerte conexión entre las malas condiciones físicas y la degradación moral de los individuos, lo cual, a su vez, impacta la estabilidad social. Estas palabras, registradas en el siglo antepasado, resuenan hoy día en los informes de Cartagena Cómo Vamos.

El alcalde de la ciudad inició gastando el presupuesto en una guerra frontal contra los huecos, hecho que disgustó a muy pocos, y en realidad es un frente que debe cubrirse. Pero, en contexto, y con un poco de lógica, ¿no es más asfixiante para Cartagena la problemática de las basuras que la de los huecos? La respuesta es: ¡por supuesto! Las basuras son un enemigo público del desarrollo distrital e impactan la salud, la educación, el bienestar colectivo, la economía, el turismo, y nuestra propia identidad, entre otros factores. Entonces, ¿qué estamos esperando para actuar?

Tapar huecos es fácil, pagas y en dos días problema está resuelto. La cuestión es que el alcalde no fue elegido solo para realizar esas cosas sencillas. No, señor, Cartagena, tiene problemas complejos y difíciles, por tanto, hay que atacarlos con soluciones que deriven de pensamientos diferentes a los que están generando la situación. Es decir, necesitamos un burgomaestre, un gobernador, concejales, diputados, congresistas, líderes y comunidad en general, que enfrenten la coyuntura de las basuras desde múltiples plataformas, y que empiecen a actuar ¡ya!

Requerimos normativas para castigar de forma severa a quienes arrojan la basura en cualquier parte, a las empresas que no la gestionan adecuadamente, así como educación ambiental masiva y efectiva sobre el tema, eso está claro. Pero a la luz de la vergüenza y el compromiso moral, ni siquiera político, no existe ninguna justificación al hecho de que, a solo unos metros de la Gobernación de Bolívar, exista un basurero a cielo abierto, antesala que debe poner a pensar a todos los que visitan al gobernador, dado que necesariamente deben pasar por el intercambiador de Turbaco, o que personas inescrupulosas confundan el Hospital Universitario con la escombrera y el basurero de Zaragocilla. ¡Por Dios!

Cartagena y Bolívar son líderes en pobreza, la cual crece cuando la salud no es buena y no existe bienestar social. Los basureros satélites y la basura en los humedales crean el nicho perfecto para deteriorar la salud de las personas, y con ello, hacen mucho más frágil el tejido social que aún nos mantiene como sujetos forjadores de la sociedad humana. Entonces, si tenemos certeza sobre las intervenciones necesarias para fortalecernos como comunidad, ¿cuándo vamos a iniciar la guerra frontal contra las basuras?

*Profesor.

QOSHE - ¿Y la guerra frontal contra las basuras? - Jesús Olivero
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

¿Y la guerra frontal contra las basuras?

9 1
22.03.2024

Por allá en 1842, un abogado inglés de nombre Edwin Chadwick publicó un reporte en el que, empleando métodos estadísticos, demostró la relación directa entre las malas condiciones higiénico-sanitarias y la enfermedad. Entre las cosas sorprendentes de dicha publicación resalta la fuerte conexión entre las malas condiciones físicas y la degradación moral de los individuos, lo cual, a su vez, impacta la estabilidad social. Estas palabras, registradas en el siglo antepasado, resuenan hoy día en los informes de Cartagena Cómo Vamos.

El alcalde de la ciudad inició gastando el presupuesto en una guerra frontal contra los huecos, hecho que disgustó a muy pocos, y en realidad es un frente que debe cubrirse. Pero, en........

© El Universal


Get it on Google Play