De acuerdo con el Banco Mundial, Colombia está entre los países del mundo con mayor inequidad. Por ello, escuchar en la W Radio que el grupo empresarial de Luis Carlos Sarmiento Angulo iniciará una serie de programas integrales para recuperar La Guajira es una noticia esperanzadora y motivante desde todo punto de vista. Siguiendo el ejemplo de este empresario, quien proyecta inyectar una suma superior a los cien mil millones de pesos en este departamento, como una posibilidad real para moldear un futuro más radiante para esas comunidades que lo han sufrido todo, invito a las miles de personas prestantes de la ciudad a buscar la forma de propagar esta iniciativa, el Efecto Sarmiento Angulo.

El miércoles pasado, Luis Sarmiento Gutiérrez hablaba efusivamente en el programa de Julio Sánchez sobre los distintos programas que estaban en proceso de implementación para apoyar caminos de desarrollo sostenible en La Guajira, desde emprendimientos comunitarios hasta el suministro de agua potable. Entre todas las cosas maravillosas descritas en la entrevista, llamó mi atención la felicidad que podía detectarse del otro lado de la radio. Además de genuina, reflejaba un verdadero compromiso como persona, y transmitía un aura de legado que le impregnaba una gran satisfacción.

Siguiendo esta misma línea, con un poco de esfuerzo e iniciativa desde distintos actores, la Heroica podría ser un escenario con inmensas posibilidades de mejora. Una idea, la cual he mencionado con anterioridad, podría ser el financiar becas a ochocientas mujeres de Henequén, La Boquilla, Olaya y El Pozón, para empezar, formándolas como profesionales de Ingeniería de Sistemas, Inteligencia Artificial y STEM. Este hecho convertiría a estos barrios en un hub de progreso inimaginable para la ciudad. Esto es solo una propuesta, pero de seguro los representantes de los gremios locales tendrán otras para aportar en la consolidación de una sociedad resiliente, más equitativa.

Qué majestuoso sería que, desde la Sociedad Portuaria, por ejemplo, pudiese apoyarse la construcción del Museo de Historia Natural como ícono del Malecón de la Perimetral, la historia se partiría en dos. Pero, bueno, soñar no cuesta nada, y cada vez que paso por las rocas estériles de la Protección Costera, llegan a mi mente imágenes con parques, paseos peatonales y esculturas, sacándole provecho a ese área cuya estética mataría de infarto a cualquier obrero medieval.

Repliquemos el Efecto Sarmiento Angulo, mantengamos presente que el planeta dejó de ser sostenible y con la debacle asociada a cambio climático, las cosas empeorarán precipitadamente si entre todos no ayudamos a romper las cadenas de la pobreza que hemos estado tejiendo desde siempre.

*Profesor.