Medios, gremios y gobernantes han manifestado que el proyecto del Canal del Dique no requiere un estudio de impacto ambiental. “¿Quién entiende que si vas a restaurar ambientalmente el ecosistema tengas que pedir un licenciamiento ambiental?”, comentó el burgomaestre local.

La cuestión no es simple ni hay que tomarla a la ligera para buscar likes en redes. Esta es una obra civil sobre cuerpos de agua y eso, por normatividad, requiere de licencia ambiental (Decreto 1076 de 2015). El alcalde debería asesorarse con EPA y luego de revisar la evidencia científica, hablar en consecuencia. En concreto, lo que el proyecto tiene de restauración ambiental es solo el título, absolutamente nada más. ¿Podría alguien describir una sola acción de restauración de las ciénagas o el manglar? Evitar la entrada de sedimentos a la bahía no es restaurarla, ¿quién dijo eso? ¿Acaso se aumentará la profundidad de las ciénagas al menos un metro, en la actualidad eutroficadas? ¡No! ¿Y entonces?

En una columna anterior solicité al alcalde Dau consultar a Acuacar el posible impacto de la obra sobre el sistema cenagoso de donde bebemos el agua. Si la empresa, con argumentos documentados, por ejemplo, indicadores de cantidad y calidad del agua bien definidos y modelados, considera que el riesgo es muy bajo, pues perfecto, muestren los datos. Sorprende el silencio científico de Cardique, digan algo, carajo.

Algo tremendo, inverosímil e irreversible de la intervención del canal es desconectar mediante diques su comunicación con las ciénagas. Esto es una absoluta locura, y sus diseñadores sustentaron este proceso argumentando que el agua de las ciénagas proviene de la lluvia y no de la expansión estacional del río. ¿Que qué? Sí, esto es ciencia pura.

Respetuosamente solicito al alcalde y al gobernador que pongan a sus asesores más versados a mirar esto con detalle. Propongo que los diseñadores de la supuesta restauración traigan a sus científicos más experimentados, y si logran resolver adecuadamente el 20% de las inquietudes de dos estudiantes de primer año de Maestría en Ciencias Ambientales, entonces estaré convencido de que necesito retirarme de la academia para apoyar cada etapa de este proyecto.

Está bien, la bahía recibiría menos sedimentos, ¿pero y el dosier de contaminantes peligrosos que alberga? ¿Qué sucederá con la migración de peces y la pesca en las ciénagas? ¿Tendrán más o menos parásitos los peces? ¿Qué pasará con las ciénagas en un Niño o una Niña fuerte? ¿La temperatura y cientos de bioindicadores cambiarán si el sistema pasa de lótico a léntico? Insisto, ningún proyecto es como lo pintan, ahí está no más el aeropuerto de El Carmen de Bolívar. Sin licencia, ni pío.

*Profesor.