El error más grande que podría cometer la administración distrital es tumbar las casetas de peajes en el Corredor de Carga y renunciar a dicho sistema de financiación. Y lo digo por las siguientes razones: 1) El problema que existió con el concesionario removido no fue el cobro del peaje, sino que ya se había cumplido con los términos financieros del contrato.

2) Algo que he visto en el 99% de los países que he visitado, es lo siguiente: ¡Quien quiera buenas carreteras debe pagar por ellas! Gratis, el aire que respiramos y de vaina. ¿Ya se nos olvidó cómo eran las vías de El Bosque y Mamonal antes de la concesión? ¿Pensaría usted, estimado lector, que la Alcaldía tiene el respaldo técnico e institucional para ejecutar y mantener obras como el Corredor de Carga?

3) Ojo con esto: evitar los peajes no es ahorro, por el contrario, son mayores los costos en salud mental, seguridad vial, deterioro vehicular y gasolina, con la falta de señalización, huecos, trancones y riesgos de accidente. Sin contar con las pérdidas de tiempo y las improductividades inherentes. Un ejemplo típico es el túnel entre Medellín y el aeropuerto de Rionegro. Dicho peaje tiene un costo de $23.800 por vehículo, les redujo el trayecto en 25 minutos y lo pagan sin quejarse.

4) Por la morfología de la ciudad y sus cuerpos de agua, Cartagena necesita urgentemente un plan vial que pueda financiarse con peajes. Se podría pensar en dos concesiones viales en paralelo, donde la primera le entregue soluciones a la salida de Bocagrande, unido a los puentes y vías costaneras que están contemplados en el proyecto de Canales y Lagunas, incluido la av. 5 de Manga. Y la segunda para retomar y ampliar el Corredor de Carga. Ambas concesiones se podrían combinar con recursos del Distrito y entregas de tierras vía Edurbe.

5) Con los peajes se pueden aplicar varios criterios de cobro para hacerlos más equitativos. Veamos algunas ideas: A) La más fácil, que los cobros estén relacionados con el tamaño y cilindraje de los vehículos. No solo para los camiones y buses, también deberían existir unas tarifas diferenciadas entre los carros. B) En un mismo proyecto de concesión, se pueden construir unos carriles pagos y otros no; por lo tanto, sería de esperar que los carriles gratuitos estén más congestionados versus los pagados.

6) Finalmente, yo escribiría en la parte superior de todas las casetas de los peajes la siguiente sentencia fulminante: “Quien tiene para el whisky tiene para el hielo; así que no jodas tanto y paga el peaje”.