Quise escribir este artículo al ver cómo el prestigio de las Fuerzas Armadas (FF. AA.), se va diluyendo lentamente, los soldados con armas son atacados en algunos lugares por la población incitada por la misma delincuencia, que solo pretende mantener parte de la patria en sus manos. Comenzare con dos notas históricas:

“... No llores por mí, compatriota... Llora por ti si aún no eres capaz de entender que, sin mí, la patria, tu familia, tu propiedad, tu libertad, peligran...”, soldado José Dolores.

“Pero no quiero, en manera alguna, que los políticos decidan cómo se debe manejar las Fuerzas Armadas en su función técnica, en su disciplina, en sus reglamentos, en su personal. Esas dos invasiones son funestas, pero en ambos casos salen perdiendo las Fuerzas Armadas. La política mina la moral y la disciplina de las Fuerzas Armadas.

“Las Fuerzas Armadas, al transgredir el límite de sus funciones, entran en la política y la dañan... Ya he dicho que considero injusto que mientras los civiles se perdonan, se amnistían y se abrazan, y borran todos los agravios que se hicieron, haya quienes piensen que se puede atacar a los miembros de las Fuerzas Armadas por acciones que condujeron bajo órdenes superiores del Gobierno, en condiciones tremendas de peligro y en medio de una situación de locura y confusión colectivas”, Alberto Lleras.

En cualquier país democrático, las FF. AA. son la defensa y garantía de las instituciones democráticas, sin ellas se pierde el norte y el país comienza a navegar en aguas turbulentas que lo pueden conducir a su auto destrucción de esos principios básicos que, durante la independencia de Colombia, con sacrificios, dolor y muerte heredamos de nuestros libertadores.

Hay varias maneras de socavar la disciplina y cohesión de las FF. AA., la más certera y peligrosa es acabar su moral, ahí comienza a derrumbarse la institucionalidad del militar y del policía, que ve como con mentiras, injurias, calumnias y ataques bien planificados contra sus miembros, que no pueden reaccionar por estar maniatados, las estratagemas y maniobras empleadas por el enemigo, siempre oculto y agazapado en la sombra, conducen a la muerte moral de las FF. AA.

Estoy plenamente convencido de que, sin las FF. AA. con espíritu profesional, dentro del marco democrático, sumado a la devoción de servir al país, la fe en su destino, será la única fórmula que nos garantice un porvenir seguro a todos los colombianos, quienes debemos no solo rodearla, sino defenderla. No puede ser posible que haya un solo rincón de nuestra patria donde no pueda actuar nuestras FF. AA., será fatal que no lo puedan hacer o si se ven impedidos para que su presencia le dé seguridad y tranquilidad al pueblo colombiano. No son los bandidos quienes se la dan.

QOSHE - Las FF. AA., garantes de la democracia - José William Porras
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Las FF. AA., garantes de la democracia

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04.04.2024

Quise escribir este artículo al ver cómo el prestigio de las Fuerzas Armadas (FF. AA.), se va diluyendo lentamente, los soldados con armas son atacados en algunos lugares por la población incitada por la misma delincuencia, que solo pretende mantener parte de la patria en sus manos. Comenzare con dos notas históricas:

“... No llores por mí, compatriota... Llora por ti si aún no eres capaz de entender que, sin mí, la patria, tu familia, tu propiedad, tu libertad, peligran...”, soldado José Dolores.

“Pero no quiero, en manera alguna, que los políticos decidan cómo se debe manejar las Fuerzas Armadas en su función técnica, en su disciplina, en sus reglamentos, en su........

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