Según las proyecciones del Ideam, el fenómeno de El Niño se extendería en el país hasta finales de marzo y, entre abril y junio las condiciones climáticas registrarían un comportamiento neutral.

En este sentido cabe recordar que, de acuerdo con la UNGRD, durante el periodo de 1997-1998, la ocurrencia del Fenómeno “El Niño” representó cerca del 1% del PIB de 1998 en daños y pérdidas (especialmente en la costa Caribe y Región Andina). En cuanto al periodo 2015-2016, -considerado también como uno de los más fuertes de la historia-, dejó pérdidas en los sectores productivos del orden de 3,1 billones de pesos, equivalentes al 0,6% del PIB de ese año (2015), como consecuencia de la reducción en la oferta hídrica y el aumento del precio de la electricidad. Además, 719 municipios de 28 departamentos tuvieron afectaciones y se presentaron 367 calamidades públicas declaradas por desabastecimiento hídrico, incendios forestales e impactos en el sector agropecuario. Por consiguiente, los eventos asociados al Fenómeno “El Niño” afectan de forma particular la planeación y el desarrollo de actividades en el orden nacional, regional y local, además de impactar de forma directa o indirecta en cada uno de los sectores.

El desabastecimiento hídrico no solo impacta la disponibilidad del caudal ecológico para el sostenimiento de la vida en los ecosistemas, sino también el caudal útil para el desarrollo de actividades humanas. En términos del sector agropecuario, se pueden generar pérdidas por incendios forestales y otros efectos sobre los cultivos listos para cosecha; además, sobre el rendimiento y crecimiento de los mismos, reduciendo la productividad en cerca del 5,5% en los cultivos de carácter permanente y 4,4% en aquellos de carácter transitorio. Sin embargo, este fenómeno también trae oportunidades positivas para identificar y escoger cultivos resistentes; conservar semillas y alimentos; mejorar los sistemas de riego y, ampliar la cobertura de seguros agropecuarios.

Por lo anterior y teniendo en cuenta que en gran parte del territorio nacional el fenómeno de El Niño se asocia con la reducción drástica de las lluvias, es prioritario tener en cuenta las siguientes recomendaciones con el propósito de reducir el impacto del déficit hídrico.

Hoy en día es importante la protección de los cultivos con productos bioestimulantes, pues ayudan a las plantas a modular las funciones de manera que se beneficie su nutrición, la tolerancia al stress ambiental (abiótico), la calidad y cantidad de los cultivos.

Es clave fomentar la producción sostenible, mediante una gestión adecuada del agua, tanto en condiciones de disponibilidad, como cuando hay escasez permanente o temporal, como ahora con el fenómeno del niño.

Es importante destacar la importancia del uso eficiente del agua disponible, en las cuales con frecuencia se aplica riego en épocas secas. Es conveniente revisar el estado de la infraestructura de riego con el propósito de garantizar que la mayor cantidad de agua efectivamente llegue a las raíces de los cultivos.

Además, es prioritario mantener el suelo cubierto con materiales orgánicos y coberturas vivas: los residuos orgánicos reducen la pérdida de agua del suelo y también aumentan la capacidad de reserva de agua.

Cultivos bien nutridos que favorecen el adecuado manejo del agua al interior de la planta. Se recomienda revisar el estado nutricional del cultivo y verificar que los nutrientes se encuentren balanceados en la planta y reforzar su aplicación en caso de ser necesario.

QOSHE - Agua eficiente, para que sea suficiente - Juan Sebastián Giraldo
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Agua eficiente, para que sea suficiente

6 0
21.03.2024

Según las proyecciones del Ideam, el fenómeno de El Niño se extendería en el país hasta finales de marzo y, entre abril y junio las condiciones climáticas registrarían un comportamiento neutral.

En este sentido cabe recordar que, de acuerdo con la UNGRD, durante el periodo de 1997-1998, la ocurrencia del Fenómeno “El Niño” representó cerca del 1% del PIB de 1998 en daños y pérdidas (especialmente en la costa Caribe y Región Andina). En cuanto al periodo 2015-2016, -considerado también como uno de los más fuertes de la historia-, dejó pérdidas en los sectores productivos del orden de 3,1 billones de pesos, equivalentes al 0,6% del PIB de ese año (2015), como consecuencia de la reducción en la oferta hídrica y el aumento del precio de la electricidad. Además, 719 municipios de 28 departamentos tuvieron afectaciones y se presentaron 367 calamidades públicas........

© El Universal


Get it on Google Play