“Por la ignorancia se desciende a la servidumbre, por la educación se asciende a la libertad”, Diego Luis Córdoba.

En mi querido país, por ley, cualquier forma de discriminación, incluidas las prácticas racistas, están prohibidas. Sin embargo, con frecuencia y de manera despectiva, se suele matonear a todo aquel que tiene una piel oscura. Les gritan: “Negro hp”. Incluso, de manera velada, algunos establecimientos públicos nos advierten: “Nos reservamos el derecho de admisión” y en la televisión nacional siempre los oficios de la servidumbre se les asignan a los afrodescendientes.

Muy a pesar de ese escenario tan negativo, el 25 de enero de 2024 recibimos con júbilo la noticia de que por primera vez en la historia del poder judicial en Colombia, ha sido elegido un juez “negro” como presidente de la Corte Suprema de Justicia. Felicitamos al jurista Gersón Chaverra Castro y le hacemos llegar un aplauso cerrado. El nuevo dignatario nació en el corregimiento de Querá del municipio de Baudó, en Chocó, es hijo de un mecánico y de una maestra de escuela. Es egresado de la Universidad Autónoma de Colombia y se inició como juez Promiscuo Municipal en poblaciones muy alejadas del casco urbano de Quibdó. Auguramos muchos éxitos al Dr. Chaverra Castro en su importante misión.

Estos logros obtenidos por los afrodescendientes nos permiten evocar a Diego Luis Córdoba, un hombre nacido en el remoto pueblo de Nenguá, en Chocó, y que sin cumplir 12 años se trasladó a Medellín e ingresó a la Universidad de Antioquia a estudiar Derecho. Su estadía en el alma mater resultó muy movida, pues no dudó en liderar protestas al evidenciar la ausencia de los negros y las mujeres en las aulas de clases. Por sus luchas se expulsó y se enganchó en la campaña del liberal Olaya Herrera. Obtuvo una curul en el senado y en 1947 propuso un proyecto de ley en el que se elevaba la región de Chocó en Departamento. Siempre reivindicó en favor de la igualdad de los afrodescendientes y muy famosa fue su “salida” la vez que ingresaba al Congreso de la República y le gritaron: “Se oscureció el Congreso”; y él, sacando pecho, exclamó: “Pero brilla la inteligencia”. Nos hacen falta personajes de esas calidades.

También es preciso recordar a Juan José Nieto, quien, entre el 25 de enero y el 18 de julio 1861, fue presidente de Colombia, el primer y único mandatario negro de este país. La historia del cuadro de este mandatario nos recrea sobre esa postura colombiana por negar a nuestros negros. La pintura original, que exhibía los matices de “negro” de Juan José, fue enviada a Europa para “blanquearla” y así borrar la vergüenza nacional que representaba el hecho de que un afrodescendiente lograra ocupar tan alta dignidad. El cuadro lo tiraron al olvido a las mazmorras del Palacio de la Inquisición en Cartagena y gracias al investigador Orlando Fals Borda y Moisés Álvarez Marín —actual director del Museo Histórico— en febrero de 1984 se restauró la obra, con los oficios del presidente Juan Manuel Santos. Una vez intervenida la pintura, nos reveló el rostro imperturbable del “mulato” que ahora se puede ver en la galería de honor de la Casa de Nariño. Juan José Nieto se desempeñó como gobernador y presidente de lo que en su momento se llamó “Estado soberano de Bolívar”.

Y, la fecha del 21 de mayo se institucionalizó como el Día de la “afrocolombianidad” en honor al negro Juan José Nieto, responsable de decretar la abolición de la esclavitud en Colombia. En esa memorable fecha acuñó una frase para la posteridad: “Es el día en que ha desaparecido de entre nosotros el odioso título de señor y esclavo. Ninguno de nuestros hermanos llevará colgada en su cuello la poderosa, la negra cadena de la servidumbre”.

Por último, a manera de cuadro honorífico, es imposible no incluir dejar a la maravillosa pianista Teresita Gómez. Ella es hija adoptiva de Valerio Gómez y Teresita Arteaga, porteros para la época del Palacio de Bellas Artes en Medellín. En ese exacerbado racismo de mediados del siglo XX, la música clásica “no era para negras”, pero mientras su padre se dedicaba a sus labores y la llevaba de su mano para revisar que todas las puertas de la edificación estuvieran cerradas, la niña experimentaba inquietudes. A escondidas, Teresita se entretenía tocando, a escondidas y de oídas, el piano. Un buen día, una profesora la escuchó y la invitó a que participara en unas clases extracurriculares, los días martes a eso de las ocho de la noche, justo cuando las alumnas “blanquitas” y de familias adineradas abandonaban el recinto. En fin, la humildad, el don de gentes, la paz espiritual y la luminosidad que transmite nuestra connotada pianista habla más de ella que las palabras. Teresita es una mujer que a diario nos da un ejemplo de vida. Un poema del escritor Juan Mosquera Restrepo nos recrea y describe: “Manos negras sobre teclas blancas. Sonrisa blanca sobre teclas negras”.

Estos cuatro personajes tienen algo en común: ninguno se crió en palacios ni pertenecen a la “alta sociedad”. Ellos perseveraron para lograr sus posiciones. Hoy, Gerson Chaverra Castro y Teresa Gómez son un ejemplo al igual que Juan José Nieto y Diego Luis Córdoba. La civilización progresa cuando se superan los prejuicios y las exclusiones.

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Negro ni mi caballo

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30.01.2024

“Por la ignorancia se desciende a la servidumbre, por la educación se asciende a la libertad”, Diego Luis Córdoba.

En mi querido país, por ley, cualquier forma de discriminación, incluidas las prácticas racistas, están prohibidas. Sin embargo, con frecuencia y de manera despectiva, se suele matonear a todo aquel que tiene una piel oscura. Les gritan: “Negro hp”. Incluso, de manera velada, algunos establecimientos públicos nos advierten: “Nos reservamos el derecho de admisión” y en la televisión nacional siempre los oficios de la servidumbre se les asignan a los afrodescendientes.

Muy a pesar de ese escenario tan negativo, el 25 de enero de 2024 recibimos con júbilo la noticia de que por primera vez en la historia del poder judicial en Colombia, ha sido elegido un juez “negro” como presidente de la Corte Suprema de Justicia. Felicitamos al jurista Gersón Chaverra Castro y le hacemos llegar un aplauso cerrado. El nuevo dignatario nació en el corregimiento de Querá del municipio de Baudó, en Chocó, es hijo de un mecánico y de una maestra de escuela. Es egresado de la Universidad Autónoma de Colombia y se inició como juez Promiscuo Municipal en poblaciones muy alejadas del casco urbano de Quibdó. Auguramos muchos éxitos al Dr. Chaverra Castro en su importante misión.

Estos logros obtenidos........

© El Universal


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