El pasado 11 de diciembre el escritor y periodista Juan José García Posada publicó en el diario El Colombiano, de Medellín, una columna con el nombre ‘¿Qué tal una gerousía en Medellín?’.

En la Grecia antigua la gerousía era el consejo de ancianos que cooperaban en las deliberaciones y resoluciones con los reyes. Este consejo que se encuentra desde el siglo VII, antes de Cristo, en varias ciudades de Grecia, se le atribuye su creación a Licurgo y se considera la primera innovación constitucional significativa en la antigua Esparta. El periodista le propone al nuevo alcalde de esa ciudad “una nueva gerousía, un Consejo de Ancianos ad honorem, con el único interés de contribuir al servicio altruista de nuestra ciudad mediante sugerencias que nacen del despertar del entusiasmo, la confianza y el afán innovador, gracias a la proximidad de su bienvenida administración”.

Creo que esas mismas palabras son aplicables perfectamente para Cartagena, donde no solo esperamos con enormes ilusiones una nueva administración, también superar días grises en la gestión pública de la ciudad; pero además considerando que se ha venido produciendo una fractura en el funcionamiento y legitimidad de las instituciones, y una enorme debilidad de la administración para el ejercicio del gobierno. Dice en su columna García Posada que “... Muchos ciudadanos que estamos en la vejez como estamento de creatividad fructífera, quisiéramos presentarle al gobernante distrital incontables ideas sencillas, prácticas, de fácil ejecución, que podrían ayudar al progreso urbano”. Creo, con solidas evidencias, que esto mismo piensan muchos cartageneros que quieren aportar a la reconstrucción de nuestra ciudad. Los adultos podemos saber para donde reorientar muchos aspectos de la ciudad, donde los más jóvenes pueden ejecutar ese direccionamiento.

En otro aparte de su columna dice, con lo cual estoy de acuerdo, que “en distintas culturas y organizaciones se ha reconocido y valorado la capacidad de asesoramiento sapiente de los ancianos”. Por supuesto que no pretendería reeditar tal cual la gerousía espartana, ni los consejos de griegos y latinos o de las comunidades indígenas de todos los tiempos. Eso sí, lo pertinente es valorar el papel de los mayores en edad, experiencia y ecuanimidad.

Estoy seguro que muchos de los líderes y profesionales de los años 80 y 90 del siglo pasado, con enorme experiencia y conocimiento de la ciudad que contribuyeron a formar y que hoy se lamentan de lo que tenemos, estarían dispuestos a aportar su tiempo y aún sus sueños para apoyar y recomendar aquellas acciones que pueden contribuir a recuperar una ciudad que cada vez escuchamos, se va haciendo inviable. La Cartagena que vivimos hasta hace unos 20 o más años es necesario refundarla, hacerla posible, viable, pues como dicen algunos en estos días, es una maravilla que tenemos entre manos y tal vez muy pocos se han dado cuenta.

*Sociólogo.

QOSHE - Una gerousía para Cartagena - Raúl Paniagua Bedoya
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Una gerousía para Cartagena

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08.01.2024

El pasado 11 de diciembre el escritor y periodista Juan José García Posada publicó en el diario El Colombiano, de Medellín, una columna con el nombre ‘¿Qué tal una gerousía en Medellín?’.

En la Grecia antigua la gerousía era el consejo de ancianos que cooperaban en las deliberaciones y resoluciones con los reyes. Este consejo que se encuentra desde el siglo VII, antes de Cristo, en varias ciudades de Grecia, se le atribuye su creación a Licurgo y se considera la primera innovación constitucional significativa en la antigua Esparta. El periodista le propone al nuevo alcalde de esa ciudad “una nueva gerousía, un Consejo de Ancianos ad honorem, con el único interés de contribuir al servicio altruista de nuestra ciudad........

© El Universal


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