1974. Semana Santa. Mamá nos agarraba fuerte de la mano, en medio de la muchedumbre que se agolpaba en la fila del Teatro Bucanero. Sentí que no lograríamos entrar a vespertina, como en efecto pasó. Jamás olvidaré el cartel de la película ‘El Mártir del Calvario’, que algunos arrancaron en mitad del fervor, la algarabía y el sofoco.

Con sofoco llegaron a México en 1937 los primeros refugiados de la guerra civil española. Fue un flujo de peninsulares que contribuyó a un México que vivía un milagro económico y cuyo aspecto simbólico se manifestó en el cine. En 1942 el periodista toledano José Díaz Morales debutó dirigiendo ‘Jesús de Nazareth’, con un equipo abrumadoramente republicano: Manuel Fontanals, en la escenografía; Rodolfo Halffter, en la música; José Cibrián, en el papel de Jesús. Diez años después, en 1952, se filma en México ‘El Mártir del Calvario’, dirigido por Miguel Morayta y con la actuación de otro Jesús español: Enrique Rambal, considerado el mejor cristo del cine bíblico mexicano.

Antes, en 1945 aparecieron las películas: ‘María Magdalena’ y ‘Reina de reinas’, dirigidas por Miguel Contreras y con un mismo Jesús español: el actor Luis Alcoriza.

A principios de los años 40, quien tiró la línea del cine bíblico mexicano fue un ferviente católico como el presidente Manuel Ávila Camacho, sugiriendo la temática a una industria fílmica de gran alcance internacional, como lo era el cine azteca de aquella época.

Este subgénero fílmico rivalizó con títulos censurados por la nomenclatura católica de la época. Títulos como ‘Mujeres que trabajan’, ‘En carne viva’, ‘Víctimas del pecado’. Películas que postularon en el estrellato fílmico un personaje insólito para la sociedad des-erotizada de la época: la rumbera. Una heroína o mujer fatal de los bajos fondos urbanos instalada en algún puerto infestado de contrabandistas, marihuanos y músicos enamoradizos.

Juan Orol, un español nacido en La Coruña, fue el director pionero en este cine de ficheras y lanzó a la gran pantalla a las beldades cubanas: Ninón Sevilla, Amalia Aguilar y María Antonieta Pons.

Bajo el pontificado del papa Pío XI (1922 - 1939) apareció la carta encíclica Vigilanti Cura para exponer los peligros del cinematógrafo, lo que fortaleció el cine religioso y censuró el cine pecaminoso, los cuales se proyectaban en las pantallas barriales de Cartagena. Fíjese usted: ‘La vida y la pasión de Jesucristo’ se filma en 1903, película muda que se exhibe en el Teatro Variedades a mediados de los años 20. El teatro de evangelización traído por los frailes en la Colonia es el antecedente directo de este cine y ‘El Mártir del Calvario’ es eso e implicaba un acto de contrición frente a la pantalla.

Mamá no tuvo otro remedio que buscar otra película y nos tocó ver ‘El Regreso del Dragón’ (1972). Jesucristo le había ganado a Bruce Lee.

QOSHE - Cuando Jesucristo le ganó a Bruce Lee - Ricardo Chica Geliz
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Cuando Jesucristo le ganó a Bruce Lee

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25.03.2024

1974. Semana Santa. Mamá nos agarraba fuerte de la mano, en medio de la muchedumbre que se agolpaba en la fila del Teatro Bucanero. Sentí que no lograríamos entrar a vespertina, como en efecto pasó. Jamás olvidaré el cartel de la película ‘El Mártir del Calvario’, que algunos arrancaron en mitad del fervor, la algarabía y el sofoco.

Con sofoco llegaron a México en 1937 los primeros refugiados de la guerra civil española. Fue un flujo de peninsulares que contribuyó a un México que vivía un milagro económico y cuyo aspecto simbólico se manifestó en el cine. En 1942 el periodista toledano José Díaz Morales debutó dirigiendo ‘Jesús de Nazareth’, con un equipo abrumadoramente republicano: Manuel Fontanals, en la........

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