Contracultura es un movimiento político, cultural y juvenil acaecido en los años 60 en todo el mundo. Movimiento pacifista, diverso, medioambientalista, creativo, artístico, antirracista, antimachista, antifacista, anticolonialista, revolucionario y convencido de que otro mundo es posible.

La contracultura en Cartagena está en el olvido social; sin embargo, al seguir las actividades del intelectual, escritor y cineclubista Alberto Sierra Velázquez durante aquella década, se pueden conocer ciertas pistas de aquella experiencia contracultural. Pistas relativas a los cineclubes, la literatura, el teatro, las artes plásticas, la música y la prensa, sin desconocer el activismo social y político en comunidades, escuelas, la universidad, los sindicatos, entre otros.

Desde 1960 Sierra aprovecha la aparición del Festival Internacional de Cine como fuente de contactos con artistas, cineastas e intelectuales; como también de películas y libros, que alimentarán los cineclubes que fundó y ayudó a fundar por toda la ciudad. En el Diario de la Costa, a partir de 1967 se publicaron las reseñas de varios jóvenes que lo acompañaron.

César Ashook, cineclubista y creador del espacio cultural ‘Ping - Pong Jazz’; Álvaro Ayazo y Hugo De Ávila, actores del Teatro Estudio Cartagena (TECA) y este último, cineclubista del Colegio Fernández Baena; Hortensia Grey, actriz del Teatro de Cámara de Cartagena, locutora de radio y pedagoga; Álvaro Barrios, poeta; Gastón Lemaitre y Luis Mogollón cineastas y realizadores del cortometraje ‘Faustino’; Affi Arrieta y Yadira Angulo, actrices del TECA; Alberto Llerena, director de teatro; Blasco Caballero, artista; Fredy Goyeneche, cineclubista y corresponsal de ‘Artes y Letras’, en Medellín; y la destacada crítica Margarita De La Vega Hurtado, entre otros.

Caso aparte es el movimiento contracultural y cineclubista de la Universidad de Cartagena, con nombres como los de Simón Ashook, Eduardo Franco, Antonio Sanfeliú, Enrique Escalante, Katia Bechara, Orlando Gutiérrez, Néstor Dávila, Ricardo Vélez Pareja y Rodrigo Buelvas, cineístas de marca mayor. Una mención especial merece Víctor Nieto Jr., cartagenero de avanzada cuyas actividades trascendieron lo local y lo nacional.

Este devenir debería ser materia de colegios y universidades titulada: ‘Sesentología en Cartagena’. Destaco dos momentos relevantes. Uno, noche del 26 de noviembre de 1968.

Teatro Miramar, en el Pie de La Popa. Censurada en nuestro país se presenta la película ‘La Batalla de Argel’ (1966), por Margarita De La Vega y Alberto Sierra, en compañía de su director Gillo Pontecorvo, quien filmaba ‘Quemada’.

Dos, la creación de la Cátedra de Cine de la Universidad de Cartagena en diciembre de 1970, de la mano de Roberto Burgos Ojeda y Alberto Sierra.

Hay quien dice que en Cartagena la contracultura no pasó. Embuste.