No hay nada que nos guste más a los colombianos y particularmente a los cartageneros que un buen “escándalo”. Empezamos el año con el rollo de Barranquilla, que había perdido el honor de ser la sede de los Panamericanos 2027. Aunque se tenían los recursos, el Ministerio del Deporte no giró a Panam Sports 4 millones de dólares que se debían entregar antes del 31 de diciembre de 2023 para realizar las justas. Durante días escuchamos hablar del tema y vimos moverse las redes sociales en torno a la “embarrada” del Gobierno nacional y las posibles salidas al incumplimiento. Mientras, se pedía la cabeza de la ministra y se sacaban cuentas de las potenciales pérdidas.

Unos días después llegó el “escándalo” de la nómina que acompaña a la primera dama de la Nación. Informaciones de prensa publicadas apuntaban a que Verónica Alcocer tiene un equipo de asesores que le ha costado al Gobierno cerca de 1.000 millones de pesos. En este costoso equipo hay maquillador, fotógrafo y hasta una asesora con sueldo de ministro y una mejor amiga. Mucho dinero para un gobierno que no deja de hablar de reformas tributarias y, sin embargo, alquiló la “Casa Colombia” en Suiza por casi mil millones diarios.

Pero sin duda alguna el “escándalo” que más nos ha divertido es el del fallido secretario de Hacienda de Bolívar que fue encontrado en un baño del Country Club de Barranquilla haciendo un trío con dos agraciadas mujeres. El apellido “Borrero” se volvió tendencia en las redes, mientras muchos envidiaban la compañía del “supermacho” que se convirtió en el héroe de varios. Las especulaciones no se hicieron esperar. Que si estaban drogados, que si estaban borrachos. Que si el marido de la tercera estaba en el lugar... Las conclusiones llegaron a salir en las emisoras radiales donde aseguraron que los personajes eran parte de un chat swinger conformado por 6 parejas y estaban haciendo lo que acostumbran. Los implicados se defendieron argumentando que el rollo lo armó un camarón atorado. Los otros dos eran los samaritanos que entraron al cubículo a desatorar el animalito.

En los círculos sociales se debatía la comodidad de un trío en tan pequeño espacio. Algunos le adjudicaban el origen de la ciática a este tipo de prácticas y hay quienes aseguraron que después de las comilonas de diciembre caber allí había sido un gran logro. También se habló de la valorización de las acciones del Country luego de esta escena que se dio mientras los ojos de distinguidas damas (algunas octogenarias), perdían el bótox de sus caras y se arrugaban ante el penoso incidente.

Con seguridad veremos desfilar el acto en el próximo Carnaval de Barranquilla. Por la Vía 40 caminarán en la Batalla de Flores el nuevo “héroe” con su par de “bollitos”, ya que, en vez de condenarlo, lo han convertido en una de esas anécdotas que pasará a la historia.