Siempre he admirado a las personas que hacen lo correcto aunque sufran consecuencias adversas. Esa capacidad de sacrificarse por los demás pese a que duela o perjudique llama mi atención al punto de cuestionar mi posibilidad de inmolación por actos de generosidad, lealtad a mi país, o morir por una causa. Mi inhabilidad sacrificarme como lo hizo Simón Bolívar por liberar a Colombia o Leopoldo López, quien fue sentenciado como líder del partido político opositor Voluntad Popular de Venezuela por delitos vinculados al ejercicio de la libertad de expresión en defensa de su país, despiertan mi admiración y respeto.

Por esto mi nuevo héroe es el ex secretario general de la Cancillería José Antonio Salazar, quien, luego de la polémica por la adjudicación de la licitación de pasaportes a la firma Thomas Greg & Sons y que el gobierno del presidente Gustavo Petro expidiera el decreto mediante el cual lo declaraba insubsistente del cargo, se fue diciendo: “Si es por cumplir la ley, me voy feliz”. No paro de sentirme orgullosa de un colombiano como este, quien le encontró una salida al lío de los pasaportes y en un giro sorpresivo para el país, tomó la decisión de adjudicar el millonario contrato a la multinacional que nos tenía inmersos en una demanda incalculable que íbamos a pagar nosotros. Este humilde mortal salvó a Colombia y al canciller Leyva de un lío sin precedentes para un funcionario al que le iban a empezar los problemas. La Cancillería estaba analizando dejarle el tema de los pasaportes a la inexperta Imprenta Nacional, una entidad del Estado que no tiene práctica en ese campo y que tendría que aliarse con un lamentable conocido para Colombia: la multinacional mexicana Accesos Holográficos, cuyos negocios con la Fábrica de Licores de Antioquia terminaron fatal. A nadie con 4 dedos de frente le cabe en la cabeza declarar desierta una licitación ante la única empresa mundial con experiencia comprobada en algo tan delicado como la expedición de un documento que debe llenar todos los requisitos para ingresar a cualquier país del mundo. Esto no es un cuaderno con letras. Es un documento legal que muchas naciones expiden con un microchip integrado, lo que los convierte en soporte legible por máquinas sofisticadas y los hace difíciles de falsificar. ¿Se imaginan uno viajando internacionalmente y no ser admitido en algunas naciones por un pasaporte mal fabricado? ¿Se imaginan las colas para sacar el documento por falta de libretas aptas o incumplimiento de los fabricantes?

Por todos estos motivos y por tener la entereza de actuar haciendo lo correcto, este personaje pasará a la historia. No es un tonto, como lo quieren presentar. Salazar es abogado, fue representante a la Cámara, conjuez del Tribunal Superior de Bogotá, profesor de Derecho Comercial de la Universidad Libre y Oficial de la reserva de la Fuerza Aérea Colombiana. Todo un colombiano para mostrar.

QOSHE - Mi héroe - Socorro Rodríguez
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Mi héroe

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09.03.2024

Siempre he admirado a las personas que hacen lo correcto aunque sufran consecuencias adversas. Esa capacidad de sacrificarse por los demás pese a que duela o perjudique llama mi atención al punto de cuestionar mi posibilidad de inmolación por actos de generosidad, lealtad a mi país, o morir por una causa. Mi inhabilidad sacrificarme como lo hizo Simón Bolívar por liberar a Colombia o Leopoldo López, quien fue sentenciado como líder del partido político opositor Voluntad Popular de Venezuela por delitos vinculados al ejercicio de la libertad de expresión en defensa de su país, despiertan mi admiración y respeto.

Por esto mi nuevo héroe es el ex secretario general de la Cancillería José Antonio Salazar, quien,........

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