La Alcaldía de Barranquilla contrató a la firma Coral Delgado & Asociados para recuperar los casi $9.000 millones que le pagó a Panam Sports por la sede de los Juegos Panamericanos de 2027 y perdió por incumplimientos del Gobierno Nacional con esa organización deportiva. Esa firma deberá revisar el contrato que Panam Sports suscribió el 31 de mayo de 2021, con la República de Colombia, el departamento del Atlántico, la Alcaldía y el Comité Olímpico Colombiano, para preparar el escrito de reclamación, como parte de una estrategia de defensa que tiene dos caminos: uno más expedito, que es el arreglo directo con Panam Sports, y otro más largo, que es un proceso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo.

El litigio de Barranquilla no será fácil, porque el contrato con Panam Sports incluyó una penalidad por posibles incumplimientos. En la cláusula 76 reza que si hay pagos hechos al momento de la rescisión del contrato, esas sumas “quedarán como patrimonio de Panam Sports”, salvo que esa entidad tenga la responsabilidad por la finalización anticipada de la relación contractual. Y demostrar esa responsabilidad será un reto, pues Barranquilla firmó contrato en mayo de 2021, fue oficializada por Panam Sports como sede en agosto de ese año y desde entonces Colombia incumplió varias fechas de pago.

La tarifa por ser ciudad sede costaba 10’000.000 de dólares (cerca de $40.000 millones), de los cuales Barranquilla puso 2’250.000 dólares. El resto lo pagaría el Gobierno Nacional en dos cuotas que, después de un ultimátum, Panam Sports proyectó para el 30 de diciembre de 2023 y el 30 de enero de 2024, respectivamente. Como la cuota de diciembre no llegó, Panam Sports terminó de manera unilateral el contrato en enero pasado, le quitó la sede a Barranquilla y en asamblea general, celebrada en marzo, sus miembros eligieron a Lima (Perú) como reemplazo de La Arenosa, pues quedan menos de tres años y medio para las justas deportivas.

El bufete de abogados también tiene entre sus obligaciones “presentar las solicitudes y acciones” necesarias para “la restitución de la ciudad de Barranquilla como sede de los XX Juegos Panamericanos en el año 2027 o en fecha posterior”.

La restitución para 2027 ya no es posible tras la reciente elección de Lima, mientras que una designación de sede para una fecha posterior se ve lejana, especialmente, por dos razones: primero, porque requerirá de un lobby diplomático, con resultados poco favorables a mediano plazo después de casi tres años de falsas promesas de pago por la sede.

Y segundo, se necesita un Gobierno Nacional aliado que apoye la iniciativa, pues ya quedó demostrado que la ciudad no cuenta con los recursos para asumir sola el pago de la tarifa por la sede, ni las posteriores inversiones para infraestructura y logística deportiva. Mientras el presidente de Colombia sea Gustavo Petro –o uno de sus aliados de izquierda– y el gobierno de Barranquilla siga en manos de la familia Char, el espaldarazo a esta capital es improbable.

*Cofundadora de La Contratopedia Caribe.