Conocimos a Ana Tulia Gómez siendo niños, llegó de Marialabaja y trabajaba en la casa de los Osorio Galindo. En ese mismo lugar existió “Montemar” a comienzos del siglo XX (Manga-calle Real con callejón Miramar esquina), curiosa vivienda caribeña de propiedad del general Dionisio Jiménez.

Los domingos Ana Tulia sacaba un anafe por un portón y cerca de la acera lo encendía para preparar sus fritos. La fama no demoró en llegar, la empanada con huevo produjo una inmensa clientela, no había mejor frito en Cartagena, por ello en los festivales de la Candelaria, por La Popa, se alzaba con los grandes premios.

Rafa Martínez y Fabián de la Espriella la invitaron al primer Festival del Frito en 1984, fecha en la que se inició el evento. Ana Tulia, victoriosa, recorrió varios países, estuvo en Panamá cuando Gina de Vélez fue embajadora, visitó París y se hizo retratar al lado de la Torre Eiffel con la misma soltura que lo hacía en nuestra Torre del Reloj o el Camellón de los mártires.

Cuando la llevé a Jamaica, revolucionó la plaza. Los asistentes al Festival fritos y música cartagenera bailaban comiendo empanadas y carimañolas. Michi Sarmiento sonaba el saxo y Ana Tulia soplaba el anafe, bailaba al lado de los tizones encendidos, movía con gracia la pollera y sonreía. La flor que llevaba en la oreja resaltaba su rostro moreno, dulce y cumbiambero. Esa buenamosura de mujer que es una canción, una poesía y una oración, hacía honor al monumental paisaje Cartagenero. Yo la recordaba en las Fiestas de la Candelaria cuando bailaba ‘La candela viva’. Mechones y velas dibujaban en el telón del cielo una constelación de milagrosos sucesos.

Han pasado muchos años desde cuando la vimos joven, en esa alegre y señorial esquina de Manga. He hablado por estos días con sus hijas, quienes la cuidan y consienten. Ellas guardan celosamente álbumes con fotografías y periódicos donde se evidencia el enorme trabajo de gastronomía popular que cumplió. Ana Tulia me estimula a sumergirme en recuerdos gratos e inolvidables. Sus anafes recorrieron el mundo e hicieron historia. Fui testigo de gran parte de ese trasegar en Cartagena y Jamaica, mas no tuve el privilegio de degustar sus fritos muy cerca del restaurante Zebulon Palais Royal, a pocos pasos del museo de Louvre, cuando esa noche celebró, a punta de empanadas con huevo, la mejor cena de París.

QOSHE - Ana Tulia y la empanada en París - Willy Martínez
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Ana Tulia y la empanada en París

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07.02.2024

Conocimos a Ana Tulia Gómez siendo niños, llegó de Marialabaja y trabajaba en la casa de los Osorio Galindo. En ese mismo lugar existió “Montemar” a comienzos del siglo XX (Manga-calle Real con callejón Miramar esquina), curiosa vivienda caribeña de propiedad del general Dionisio Jiménez.

Los domingos Ana Tulia sacaba un anafe por un portón y cerca de la acera lo encendía para preparar sus fritos. La fama no demoró en llegar, la empanada con huevo produjo una inmensa clientela, no había mejor frito en Cartagena, por ello en los festivales de la Candelaria, por La Popa, se alzaba........

© El Universal


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