Presentar el libro ‘Manga en el portal de mis recuerdos’ en Montería me llenó de inmensa alegría. Estuve conversado en la madrugada con el río Sinú para encontrar las mejores palabras y agradecer el honor que Ilse Bechara y Unisinú me habían conferido.

Al visitar el campus de la Universidad del Sinú descubrí que estaba en un templo del conocimiento y del amor. Allí, cerca de un frondoso árbol, sonaban un violín y un piano de cola, desde donde dos virtuosos músicos interpretaban bellas canciones dando la bienvenida a los estudiantes y a algunos afortunados visitantes. Acompañados por el ilustrado académico Andrés Ramos, conocimos la biblioteca y su rincón literario. Cada lugar reserva un espacio para exaltar la condición humana. Es el legado que le dejó el Dr. Elías Bechara y su esposa, Saray Castilla de Bechara, a la región y al país.

Siempre aparece el Sinú, archivo de evocaciones e inspiración de amaneceres. El río da vida a la ciudad. En su orilla se levanta el Club Campestre, donde la naturaleza es pródiga en hermosura, los pájaros cantan la alegría del paisaje, la música atesora porros y fandangos infinitos y el baile se toma el alma y se apodera del tiempo. La gastronomía de la región es orgullo de fogones ancestrales, donde se fundieron secretos por siglos, en el río, el valle y el mar. Son insuperables Abelardo de la Espriella Juris y su esposa María Eugenia, quien, con ajíes, jugos de tubérculos, frutos del mar, del río y de la tierra, maja en el mortero del ingenio, el arte de la cocina. Hace Abelardo pedagogía frente a cada plato y promueve sabores con exquisita prosa. Después de ese introito tan amigable y sabio, la comida se vuelve un manjar para el placer.

Hubo una tertulia a orillas del río. Allí, bajo la cubierta de un fantástico kiosco de palma amarga, concentramos ideas y sabores. Tuvimos diálogos amables y profundos. El grupo de Historia del Sinú, tan cercano a Cartagena, construye caminos de amistad e integración. Hablamos de turismo cultural, del festival del fandango en el río, de museos zenúes, del casabe y de nuevos aconteceres para exaltar bienes culturales y naturales de Córdoba. Por la ronda del Sinú habrá música en el río, una fiesta del espíritu, diría Augusto Beltrán. Será una oportunidad para fomentar rutas turísticas en Córdoba, definir los pueblos mágicos, hacerles urgentes inversiones y consolidarlos como destino turístico. Un viaje al Sinú será siempre una bella vivencia para recordar.

QOSHE - Un viaje al Sinú - Willy Martínez
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Un viaje al Sinú

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20.03.2024

Presentar el libro ‘Manga en el portal de mis recuerdos’ en Montería me llenó de inmensa alegría. Estuve conversado en la madrugada con el río Sinú para encontrar las mejores palabras y agradecer el honor que Ilse Bechara y Unisinú me habían conferido.

Al visitar el campus de la Universidad del Sinú descubrí que estaba en un templo del conocimiento y del amor. Allí, cerca de un frondoso árbol, sonaban un violín y un piano de cola, desde donde dos virtuosos músicos interpretaban bellas canciones dando la bienvenida a los estudiantes y a algunos afortunados visitantes. Acompañados por el ilustrado........

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