La Navidad es una de las épocas más esperadas del año y es celebrada en cada país/cultura de manera diferente: en Japón, por ejemplo, en Nochebuena comen pollo frito, en Finlandia van a la sauna y en Grecia ponen veleros, no árboles. Para los creyente-practicantes es una fiesta religiosa y para los no creyentes-practicantes y ateos es, simplemente, un tiempo pagano para regalos, festejos y reuniones familiares.

En mi caso, serán las dos cosas: una época de reencuentro con la familia y los amigos a través de las formas simbólicas del vino, el agua y el fuego y, también, una morada en el tiempo para refugiarme -del ruido de la vida- en mi yo más íntimo, conectarme con Dios y el universo y aprovechar para releer alguno de esos libros que me han acompañado a lo largo de mi vida y me han ayudado a soportar la condición humana y enfrentar el dolor de existir; entre otros, “El Enquiridión”, de Epicteto; “De la brevedad de la vida”, de Séneca, y “Meditaciones”, de Marco Aurelio, en cuyas páginas se encuentra el núcleo más relevante del pensamiento estoico greco-romano. A continuación, comparto algunas de las más relevantes reglas y enseñanzas estoicas.

Algunas tienen que ver con la brevedad y el sentido de la vida (Séneca), como aquella que nos enseña que la vida es como un libro cuya belleza no depende del número de páginas, sino de la calidad de su contenido, por ello, no es que la vida sea breve, es lo que hacemos con ella lo que le otorga su valía. O aquella otra que nos recuerda que la vida no es infinita, por eso hay que vivir el momento presente, sin el peso del pasado (fuente de depresión) o el afán del futuro (fuente de ansiedad).

Otras aluden a lo que nos sucede en la vida (Marco Aurelio), señalando que las cosas que acaecen no son ni buenas ni malas en sí, son inevitables y neutrales; más bien, es nuestra interpretación y la actitud hacia ellas la que les asigna un valor positivo o negativo (Marco Aurelio), por ello, hay que practicar la gratitud, que es la reina de las virtudes: gratitud con las cosas que tuvimos y hemos perdido y gratitud por las cosas que tenemos, sin importar aquellas que no hemos logrado o conseguido.

Y otras nos hablan de la felicidad (Epicteto), como aquella que dice que para ser felices no debemos pretender que las cosas sucedan como queremos, sino desear más bien “que se produzcan tal como suceden”, regla que está conectada con la gran enseñanza estoica que afirma que “si no quieres frustrar tus deseos, desea solo lo que dependa de ti”.

*Profesor universitario.

QOSHE - Navidad estoica - Yezid Carrillo De La Rosa
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Navidad estoica

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23.12.2023

La Navidad es una de las épocas más esperadas del año y es celebrada en cada país/cultura de manera diferente: en Japón, por ejemplo, en Nochebuena comen pollo frito, en Finlandia van a la sauna y en Grecia ponen veleros, no árboles. Para los creyente-practicantes es una fiesta religiosa y para los no creyentes-practicantes y ateos es, simplemente, un tiempo pagano para regalos, festejos y reuniones familiares.

En mi caso, serán las dos cosas: una época de reencuentro con la familia y los amigos a través de las formas simbólicas del vino, el agua y el fuego y, también, una morada en el tiempo para refugiarme -del ruido de la........

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