Aunque hayamos organizado y planificado nuestros días con técnicas y horarios, hay veces que la naturaleza, con un empujón, te devuelve a lo primario, lo primitivo, donde somos solo una especie que habita la Tierra. Así, en Islandia la vida se para por la lluvia inmisericorde de fuego y solo cabe esperar. Ni los radares, ni la ciencia, ni el dinero podrán ayudar a cerrar en el volcán la grieta ancestral por la que sale material acumulado por siglos en el estómago de la Tierra. Miles de personas se han ido de sus casas, han cerrado carreteras y colegios. Nadie podrá decir por cuánto tiempo ni cómo remediarlo. Aunque no estemos acostumbrados, hay un evento natural superior que da al traste con nuestras ideas y cábalas.

De la misma manera y sin que podamos controlarlo, cuando morimos o se nos mueren, hay una necesidad imperiosa, que sale del estómago, recorre el esófago y sale por la grieta de la boca, de gritar o llorar, de abrazar fuerte, a ver si así se parase el mundo. El siguiente paso es la necesidad de enterrar o incinerar, para poder ir a algún sitio a imaginar la vida antes, para poder mirar una vasija con lo que ha quedado. Para proteger de la nada a esa persona y colocarla, aunque sea de manera alegórica, en algún sitio.

QOSHE - Morirse varias veces en Cuelgamuros - Raquel Ejerique
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Morirse varias veces en Cuelgamuros

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20.12.2023

Aunque hayamos organizado y planificado nuestros días con técnicas y horarios, hay veces que la naturaleza, con un empujón, te devuelve a lo primario, lo primitivo, donde somos solo una especie que habita la Tierra. Así, en Islandia la vida se para por la lluvia inmisericorde de fuego y solo cabe........

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