Subirse a un tren en la estación de Algeciras rumbo a Madrid requiere de grandes dosis de paciencia y, por qué negarlo, de fe. Toca dejar en manos de la divina providencia que las tartanas avancen sin contratiempos mientras que desde las ventanillas se puede observar prácticamente cómo crece la hierba hasta llegar a Antequera, donde por fin la infraestructura permite que los convoyes alcancen una velocidad de crucero medianamente aceptable. Aún así, son seis horas de trayecto en la única conexión diaria directa con la capital.

Si se opta por un viaje combinado de media distancia, pueden ser más de ocho horas de trayecto con una parada en Bobadilla. Con esta gran oferta, ¿quién echa de menos el Estrella del Estrecho y sus literas con cincha de cuero para no caerse?

Pese a lo precario del servicio ferroviario, la estación de tren de Algeciras registró durante el pasado año 2023 el mayor incremento de usuarios de las tres terminales de pasajeros de la provincia.

Un dato que corrobora la existencia de una demanda constantemente maltratada por Renfe y el Ministerio de Transportes, con un precio que rara vez baja de los 70 euros por trayecto. Sale mucho más a cuenta recurrir a los AVE de Málaga, que parten desde los 20 euros por viaje tanto en Renfe como en la competencia, aún teniendo que conducir hasta la ciudad costasoleña.

Hace escasas semanas, el ministro de Transportes, Óscar Puente, estuvo por Algeciras. Vino a ofrecer un refrito de las obras en carreteras y ferrocarril ya anunciadas en el que se aliñaron los importes de proyectos ya ejecutados. Y, como aderezo, se le agregaron las inversiones previstas en media Andalucía para que sumara una cifra aparentemente alta y vistosa. Puente se marcó el objetivo de que la línea ferroviaria Algeciras-Bobadilla esté terminada y electrificada en 2027 (¿seguro?).

Pero la realidad es otra. La comarca espera desde hace un año ya no trenes nuevos, sino unos convoyes de segunda mano que se van a retirar del servicio en Galicia con la esperanza (y de nuevo la fe) de que al menos circulen sin que cada trayecto acabe en un estropicio.

El mismo ministro Puente defendió a principios de esta semana que España es el primer país del mundo en conectividad ferroviaria. Me queda claro que a Algeciras no llegó entrando por la Cañada de los Tomates. Y también que no hay más ciego que el que no quiere ver.

QOSHE - Viajar a Madrid, cuestión de fe - Alberto Rodríguez
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Viajar a Madrid, cuestión de fe

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17.02.2024

Subirse a un tren en la estación de Algeciras rumbo a Madrid requiere de grandes dosis de paciencia y, por qué negarlo, de fe. Toca dejar en manos de la divina providencia que las tartanas avancen sin contratiempos mientras que desde las ventanillas se puede observar prácticamente cómo crece la hierba hasta llegar a Antequera, donde por fin la infraestructura permite que los convoyes alcancen una velocidad de crucero medianamente aceptable. Aún así, son seis horas de trayecto en la única conexión diaria directa con la capital.

Si se opta por un viaje combinado de media distancia, pueden........

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