06/11/2023 | 10:04

Quedan dos meses por finiquitar 2023 y - en general - las bolsas muestran una buena positividad corregida durante el último trimestre y con variadas expectativas para lo que queda de ejercicio. Algunos eruditos sugieren que los mercados de acciones cotizan por debajo de sus valoraciones aunque otros indican que la correlación con la situación de los tipos de interés vaticina una sobrevaloración, concluyendo ambas partes que en breve se deben producir ajustes positivos o negativos, siempre según el color de los cristales con los que se estudien los mercados.

Con respecto a la renta fija las sostenidas subidas de los tipos de interés han propiciado que la deuda pierda en el año más del 3% ignorándose si se podrá producir un rebote y, en su caso, cuándo. Recuerden; la renta fija no es fija.

Resumiendo y enmarcado en una coyuntura mundial de muy complicada aclaración, la inversión mobiliaria da un poco de miedo, más si cabe atendiendo a las recomendaciones de las principales casas de valores que insinúan para Europa y Estados Unidos conservadurismo en la gestión con un mal corto plazo, bien finalizado el año, y mejoras para los primeros meses de 2024. El Íbex escapa a estas predicciones ya que los analistas creen ver una infravaloración en las empresas que pueden mejorar su altura.

El mercado inmobiliario tampoco escapa a este cargado ambiente. Los precios medios de la vivienda han repuntado más de un 6% en doce meses y para un inversor comienza a ser de difícil casación el precio a pagar por el inmueble con las rentas derivadas del futuro alquiler. Para el que desee la vivienda para vivir en ella el estreñimiento del grifo hipotecario socava sus intenciones, uniéndose en la parte negativa el encarecimiento del crédito.

Malos escenarios con oscuras previsiones. Lo dicho. Si viste como un pato, anda como un pato y parpea como un pato, ¿qué animal es?

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