La creciente rivalidad entre Alianza Lima y Universitario, tanto en redes sociales como en las calles, ha entrado en una espiral de violencia física y verbal que tiene diversos efectos negativos para ambas instituciones y para el producto fútbol. En este artículo, analizaremos las principales consecuencias que deben advertir los administradores de los equipos más populares del fútbol peruano.
A raíz de la final de la Liga 1 en el 2023 y el último clásico, la tensión que genera la histórica rivalidad entre Alianza Lima y Universitario de Deportes se ha incrementado negativamente. El último episodio trajo consigo una lamentable noticia de las páginas policiales: un enfrentamiento de pseudo hinchas terminó en una balacera con heridos, que incluso son menores de edad. Si bien ambos clubes sacaron un comunicado conjunto condenando la violencia y llamando a la paz, es necesario que exista un mayor compromiso de ambas partes para dejar las provocaciones y que el producto fútbol no se vea perjudicado.
Una de las principales razones es por supuesto la preservación de la paz en el día a día. Ninguna persona debe verse expuesta, física o psicológicamente, por vestir una camiseta de un equipo de fútbol. Asimismo, tampoco ninguna marca debe verse perjudicada por invertir o asociarse con alguno de los principales clubes del fútbol peruano.
Lamentablemente en los últimos meses toda vinculación que genera una marca ya sea con Alianza o Universitario, es invalidada por la otra parte por considerarla inadecuada a raíz de los fallos que se hayan cometido en el pasado. Así, se generan comentarios muy desafortunados en las redes sociales e incluso se intenta realizar campañas para no consumir los productos de la marca, lo cual es una clara miopía en términos empresariales.
Justamente, la creciente rivalidad entre Alianza Lima y Universitario puede tener efectos negativos en el marketing y la publicidad de ambas organizaciones. Algunos de ellos son:
En síntesis, la creciente rivalidad entre Alianza Lima y Universitario de Deportes puede tener un impacto negativo significativo en el marketing y la publicidad de ambas organizaciones, lo que resalta la necesidad de abordar este problema de manera inmediata y efectiva.