A raíz de la pandemia, el sector hotelero sufrió millonarias pérdidas a nivel mundial producto de la paralización del turismo. Y si bien hubo ingeniosas alternativas para convertir a los hoteles en centros de home office, ello no pudo aminorar el impacto financiero. Cuatro años después de este acontecimiento, se vive una transformación que está impulsada por la gastronomía, la coctelería y otros actores que antes eran secundarios y ahora son protagónicos. En este artículo analizamos más sobre este fenómeno.

Recientemente, en el Hospitality Innovation Planet (HIP), que es el salón profesional dedicado a la innovación en hostelería que tiene lugar en la Feria Madrid, y que se realizó del 19 al 21 febrero, Eugeni de Diego, propietario de Ático by Eugeni de Diego, brindó una frase que resume la interesante transformación que se vive en la industria hotelera: “El hotel ha pasado de vender habitaciones a crear experiencias basadas en alimentos y bebidas (F&B)”. En esta línea, señaló que su empresa viene ejecutando proyectos en 48 hoteles vinculados a conceptualizaciones de la oferta gastronómica para aportar valor añadido especializado, considerando rendimientos de las propuestas ofrecidas y un análisis de mercado.

Si analizamos el modelo de negocio del rubro hotelero, la propuesta de Ático by Eugeni de Diego tiene gran relevancia porque en la actualidad un hotel debe ampliar su oferta para no depender de las reservas de habitaciones. De esta forma, lo que se busca en este sector es incrementar el ticket promedio de los huéspedes, así como sumar a nuevos consumidores aprovechando las instalaciones, ya sean las áreas comunes, así como los restaurantes, bares, spas, gimnasios y otros, sin que ello represente inconvenientes para los huéspedes. Ello se da tanto a nivel mundial como en Perú.

Justamente, si hacemos zoom al mercado nacional, encontramos que, si bien estas estrategias ya vienen siendo aplicadas por las grandes cadenas y en menor medida por los hospedajes más pequeños, desde hace un tiempo, el gran reto que existe es la atracción del público de una forma más regular y masiva, rompiendo con las ideas preconcebidas como los altos costos de sus cartas o que no ofrecen espacios entretenidos.

Para ello, la realización de eventos gastronómicos exclusivos, talleres de cocina, degustaciones, catas y maridajes, cenas con espectáculos, menús de temporadas o noches temáticas se han convertido en recursos cada vez más promocionados por los actores del sector hotelero, lo que ha ido acompañado de una mayor inversión en pauta digital, uso de influencers, así como en la creación de contenidos orgánicos a través de redes sociales.

Lo que trae consigo esta transformación del sector hotelero es una mayor oferta gastronómica y de entretenimiento para el consumidor, que ahora dispone de más opciones de calidad y a precios competitivos fruto de las promociones que existen. De cara a los próximos meses, podremos presenciar mayor agresividad en las ofertas que se den para captar la atención de las personas y a su vez fidelizarlo para generar recompras o referidos.