Derecho al matiz
En torno a las ocho de la tarde, víspera de nochebuena, un extraño cuerpo celeste atravesó el firmamento.
Apenas unos segundos bastaron para sembrar el debate de los afortunados que lo percibieron. Blanco, esmeralda y ocre. Las interpretaciones, tantas como personas, iban desde la estrella fugaz al satélite fallido, pasando por algún ensayo de fuego artificial. Todo con tal de no barajar asuntos........
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