Estamos a las puertas de diciembre y finalizan con el año las conmemoraciones del Trienio liberal (1820-1823). La experiencia constitucional de aquellos tres intensos años terminó mal. En la primavera de 1823 los más comprometidos con el régimen abandonaron sin combatir la ciudad de Zaragoza dejándola en manos de una junta que debía recibir a las tropas invasoras francesas.

Las primeras unidades extranjeras fueron recibidas al grito de ‘Viva el Rey y la Religión’. Llegaron 20.000 hombres precedidos de guerrilleros realistas que les abrían paso. Porque esta era una guerra civil, pero librada con apoyo de fuerzas internacionales. De inmediato quedó suspendido el orden constitucional, se cerraron todos los periódicos, a excepción de uno, el ‘Diario de Zaragoza’, y se terminó la libertad de imprenta. En cuanto la ciudad estuvo en poder de los realistas se desató una oleada de represión incontrolada que ni siquiera el general francés, conde de Molitor, pudo detener. En pocos días se comenzó a depurar la administración, se incautaron las propiedades de los liberales, se confiscaron libros e impresos, y se elaboraron listas que llevaron a más de 1.500 aragoneses, muchos de ellos notables, a la cárcel. Doscientos años después de esta temprana experiencia constitucional merece la pena evocar el final de aquel tiempo en el que se ensayó por primera vez la política contemporánea. Sobre todo para recordar lo que cuestan los avances en la línea de la libertad, y para tomar conciencia de que la conquista de los derechos ni es gratis ni se sostiene sin defenderla.

QOSHE - Trienio - Pedro Rújula
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Trienio

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30.11.2023

Estamos a las puertas de diciembre y finalizan con el año las conmemoraciones del Trienio liberal (1820-1823). La experiencia constitucional de aquellos tres intensos años terminó mal. En la primavera de 1823 los más comprometidos con el régimen abandonaron sin combatir la ciudad de Zaragoza dejándola en manos de una junta que debía recibir a las tropas invasoras francesas.

Las primeras........

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