No sé en qué momento asoman –en los proyectos, en las relaciones personales, en uno mismo y esas son acaso las más difíciles de cubrir, en la parte que es binomio en una pareja y que resultas no ser tú, en la vida, supongo, en definitiva– y a menudo taparlas cuesta mucho más que embadurnarlas de una buena pintura antihumedad.

Pintamos para ir cubriendo los espacios que no elegimos que se abombaran o que fueran víctimas de toda esa intemperie que a menudo cruza el umbral de cualquier hogar. El frío se cuela, con él la humedad, y resistir es un acto heroico y a menudo complejo que implica poner mucho de tu parte. De la nuestra. De la vuestra. Entiendo que para hacerlo bien hay que rascar esa parte superficial herida, deshacer por lo tanto esos primeros rastros de desecho, dejar que el problema llegue al fondo, toque suelo, y solo entonces (y solo después) aplicar la solución que al principio es siempre líquida con la esperanza de que solidifique en ese muro con tanta ilusión levantado.

No hay nadie que nos asegure, en cambio, que el proceso no se repita y volvamos a cometer los mismos errores –siempre hay tuberías de paso–, pero es virtud nuestra tratar de sostenernos, intentar que no salgan demasiadas en la fachada aun cuando el ritmo incesante o el desamor por la rutina o los problemas cotidianos amenacen con ir haciéndolas más grandes, casi insalvables. Es virtud nuestra ya no mantener la pared intacta, no depende esto enteramente de nosotros, pero sí hacerla lucir lo mejor posible, relativamente sólida y recién pintada ante tanto hueso mojado que amenaza derrumbe.

Sergio Royo es escritor

QOSHE - Humedades - Sergio Royo
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Humedades

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20.02.2024

No sé en qué momento asoman –en los proyectos, en las relaciones personales, en uno mismo y esas son acaso las más difíciles de cubrir, en la parte que es binomio en una pareja y que resultas no ser tú, en la vida, supongo, en definitiva– y a menudo taparlas cuesta mucho más que embadurnarlas de una buena pintura antihumedad.

Pintamos para ir cubriendo los espacios que no elegimos que se abombaran o........

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