Encontramos leyendo a Bauman, que las preocupaciones actuales de los intelectuales, no coinciden con las necesidades reales de la gente.
Me señalaba un profesor de la UTP, que pese al esfuerzo de algunas personas por mostrar en blanco y negro la universidad y la ética de las personas que hoy la dirigen (las mismas de antes), según sus palabras, “aquí no pasa nada”, y la verdad estoy por creer que esa sentencia es cierta. Hoy, las preocupaciones del Consejo Superior de la Universidad (CSU), no coinciden con las necesidades de los estudiantes, profesores ni egresados, pero sí, con los intereses de los centros políticos de poder local. “Pueden denunciar todo lo que quieran”, me decía, “y no pasará nada”. Y terminó la conversación afirmando: “Walter, los tentáculos de poder de la UTP con la clase política y dirigencial de Risaralda, son reales y llegará el día que se conocerán, pero le puedo decir, son deprimentes y asquerosas”. Sabrá por qué lo dice.
La verdad tiene mil caras, y esta puede ser una de ellas.
Señalaba en anteriores escritos, que en el ranking de la firma británica QS Quacquarelli Symonds, la UTP ocupó el puesto 1.474 (superando solo 24 universidades del total de universidades evaluadas), perdiendo a principios de este año, 273 puestos con respecto al 2023. Que en los resultados de la prueba Saber Pro del ICFES 2023, la UTP, no aparece. Y que plata es lo que hay, pues del Portafolio de Inversiones de la UTP, constituido por BONOS, y CDT, el 29 de diciembre de 2023, se redimieron títulos que aumentaron desmedidamente el monto de las “utilidades reportadas”, y que por “Rendimientos en cuentas de ahorro” se recibieron aproximadamente 8 mil millones, activos (títulos valores) a mediano plazo, convertidos a pesos de hoy, ¿para qué?, solo lo saben, los directivos que así lo ordenaron, documentos que sería bueno la opinión pública conociera, quienes y porque lo hicieron.
Pero hay un hecho reciente, donde vemos que las preocupaciones del CSU, no son la de las necesidades los estudiantes, profesores ni egresados, pero si el de perpetuar y blindar al equipo del rector anterior, hoy gobernando en cuerpo ajeno.
Acaban de legalizar un contrato, con Registro Presupuestal No 4484 del 18 de marzo, de Régimen Especial, cuyo beneficiario es el ilustre Doctor Alberto Rojas Ríos, con número de proceso 2130-2024, por valor de $107.100.000 pesos (107 millones), con Identificación presupuestal, 220101 – 2.1.2.02.02.008.1 – 20, que tiene por Concepto, “Servicios prestados a las empresas y servicios de producción. Gestión General – Servicios a las empresas y producción”, cuyo objeto es la “Prestación de servicios profesionales para la asesoría, la consultoría y el acompañamiento jurídico en la toma de decisiones de competencia del Consejo Superior de la Universidad Tecnológica de Pereira”.
Es decir, que plata de la universidad (de gastos de funcionamiento, de servicios prestados a empresas y servicios de producción), plata de los estudiantes, plata de los profesores, plata de los egresados, fueron comprometidos y utilizados, no para defender la universidad, no para defender los estudiantes, no para defender los egresados, no para fortalecer la nómina de profesores de tiempo completo, no para fortalecer la investigación. no para defender a los administrativos, no para «gastos de funcionamiento de servicios de empresas y servicios de producción», fueron utilizados para defenderse ellos (los del Consejo Superior de la Universidad), eso sí, no utilizando su plata, sino utilizando plata de la universidad, es decir de todos, empezando por preguntar a la Contraloria General, si el rubro utilizado, era el correcto.
Empezaba el escrito diciendo que las necesidades de la gente (dice Bauman), no coinciden con las preocupaciones de los intelectuales. Para el caso que nos ocupa, Bauman tiene toda la razón, pues las preocupaciones de los miembros del Consejo Superior de la Universidad, nada que ver con las necesidades de la gente, es decir de la comunidad universitaria.
UTP. Plata de todos, para defender unos pocos
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24.03.2024
Encontramos leyendo a Bauman, que las preocupaciones actuales de los intelectuales, no coinciden con las necesidades reales de la gente.
Me señalaba un profesor de la UTP, que pese al esfuerzo de algunas personas por mostrar en blanco y negro la universidad y la ética de las personas que hoy la dirigen (las mismas de antes), según sus palabras, “aquí no pasa nada”, y la verdad estoy por creer que esa sentencia es cierta. Hoy, las preocupaciones del Consejo Superior de la Universidad (CSU), no coinciden con las necesidades de los estudiantes, profesores ni egresados, pero sí, con los intereses de los centros políticos de poder local. “Pueden denunciar todo lo que quieran”, me decía, “y no pasará nada”. Y terminó la conversación afirmando: “Walter, los tentáculos de poder de la UTP con la clase política y dirigencial de Risaralda, son reales y llegará el día que se conocerán, pero le puedo decir, son deprimentes y asquerosas”. Sabrá por qué lo dice.
La verdad tiene mil caras, y........
© Historia de Pereira
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