Muchas veces, en momentos complicados de la de la tarea de educar, cuando estamos tan perdidos y desorientados como lo están nuestros hijos, echamos de menos la falta de un manual de instrucciones que nos ofrezca una rápida y eficaz solución. Los niños vienen al mundo sin un manual de instrucciones, pero resulta que los abuelos tampoco tienen manual de instrucciones, ni los cuñados, ni tus colegas de trabajo, ni los vecinos, y, sobre todo, no lo tienes tu.

Si existiera un manual de instrucciones este solo serviría para educar hijos perfectos, a los imperfectos ya los educamos sin el manual, pero solo puede educar en la perfección aquel o aquella que previamente la alcanzó y los seres humanos perfectos sólo existen en la imaginación.

Educar: el poder de las palabras.

Así que dejemos de buscar recetas milagrosas, porque los hijos no se fabrican, ni se cocinan, ni se modelan y afrontemos la tarea de educar con el entusiasmo e incertidumbre con el que se inicia la aventura de un viaje.

Eso es educar, una aventura, un viaje a Ítaca en el que lo importante no es llegar al destino, lo importante es acompañar y vivir lo vivido en el camino. Un viaje en el que nos encontramos con sobresaltos, cíclopes que acechan, pero también con el asombro al descubrir verdes praderas. Un viaje en el que algunas extensas etapas se transitan a una velocidad vertiginosa, y otras, más cortas, se nos atragantan y se hacen interminables. Un camino cuajado de emociones, un viaje apasionado cargado de alegrías, fugaces decepciones, alguna voz más alta que otra, abrazos inesperados, peleas, reproches, cómplices confesiones, muchas repeticiones, noches de desvelo, lágrimas sin testigos. Un viaje que nos transforma día a día, solo somos hoy, y ahora, un instante. Un viaje único e irrepetible, el viaje de nuestra vida.

Un periplo pleno de palabras.

Para este viaje de educar a tus hijos e hijas solo necesitas la palabra.

Educar a nuestros hijos e hijas es, básicamente, una tarea de comunicación, un diálogo constante, una conversación ininterrumpida, una relación única construida a base de palabras, las palabras que dan forma a todo aquello que queremos y debemos transmitir, las palabras que saben sentir.

Palabras vitamina que ayudan a crecer, palabras raíces que ayudan a cimentar, palabras que se transforman en las alas necesarias para volar. Palabras de apoyo para combatir la adversidad, palabras de aliento para perseguir sueños, palabras que iluminan los momentos de oscuridad, palabras que guían, palabras de reconocimiento, palabras que generan confianza, palabras que enseñan el valor del perdón, palabras y palabras, pero todas ellas palabras de amor.

Este libro que he escrito no te va a evitar ninguno de los problemas y preocupaciones que educar a quien se quiere acarrea, pero este libro te puede ayudar a comprender, a entender que el proceso de crecimiento y transformación de tus hijos en personas adultas es una metamorfosis en las que a menudo el desgarro es inevitable, pero el apoyo, el amor, la guía por parte de madres y padres es imprescindible.

Palabras para educar, palabras para amar.

(Por cierto, un regalo estupendo para estas Navidades, porque seguro que conoces a una madre o a un padre al que regalarle palabras, las palabras que ayudan a educar).

QOSHE - Las palabras que ayudan a Educar. - Carlos Pajuelo
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Las palabras que ayudan a Educar.

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11.12.2023

Muchas veces, en momentos complicados de la de la tarea de educar, cuando estamos tan perdidos y desorientados como lo están nuestros hijos, echamos de menos la falta de un manual de instrucciones que nos ofrezca una rápida y eficaz solución. Los niños vienen al mundo sin un manual de instrucciones, pero resulta que los abuelos tampoco tienen manual de instrucciones, ni los cuñados, ni tus colegas de trabajo, ni los vecinos, y, sobre todo, no lo tienes tu.

Si existiera un manual de instrucciones este solo serviría para educar hijos perfectos, a los imperfectos ya los educamos sin el manual, pero solo puede educar en la perfección aquel o aquella que previamente la alcanzó y los seres humanos perfectos sólo existen en la imaginación.

Educar: el poder de las palabras.

Así que dejemos de buscar recetas........

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