Se ha anunciado la inminente entrada en situación de alerta en Cataluña por sequía, y la consiguiente activación de las correspondientes restricciones a usos urbanos y regadíos.

Junto con ello, se ha dado a conocer la intención de aportar agua a Cataluña, proponiéndose que sea mediante barcos y con agua procedente de Europa, lo que se estaría estudiando por si finalmente el problema se agravase.

Es una situación igual a la que se vivió hace ya unos años, en la que se llegó a plantear un transporte de agua en barco desde Almería a Barcelona. Por entonces, tras derogar el trasvase del Ebro por razones políticas, era un tabú hablar de transporte de aguas entre cuencas, pese a la evidente racionalidad técnica y económica de esta posibilidad.

En previsión de situaciones como la actual, en el marco del PHN de 2000, se sugirió una solución muy efectiva y económica consistente en prolongar la conducción preexistente del Ebro a Tarragona, ya entonces construida y operativa, y con capacidad y habilitación legal para transportar caudales mayores a los que se necesitaban en Tarragona en aquel momento. Había una concesión otorgada de aguas que no se necesitaban en su totalidad, y una posibilidad técnicamente sencilla de extender la tubería existente Ebro-Tarragona (el conocido como minitrasvase), para que el agua llegase de Tarragona hasta Barcelona. Incluso la empresa responsable del abastecimiento a Barcelona ofreció la posibilidad de asumir y contribuir a la inmediata prolongación de la tubería existente, de forma que el tiempo y costes para los ciudadanos fuesen los mínimos.

Tras las elecciones y el cambio de signo político en 2004, tanto el Gobierno de Cataluña como el de España rechazaron dogmáticamente esta posibilidad y, sin argumentos fundados, junto con la derogación del trasvase del Ebro derogaron también la habilitación legal que permitía ampliar el minitrasvase y asegurar el suministro a Barcelona. Como alternativa al trasvase se planteó un transporte de agua potable en barco desde Almería, tomándola de una desaladora. Con esta operación en marcha, y tras diversos episodios esperpénticos, finalmente llovió y no hizo falta.

Parece que la historia se repite, ahora con la novedad de que el agua no vendría de Almería, sino “de Europa”. Los prejuicios, simplezas e irracionalidad técnico-económica son los mismos.

Ya hoy, y en el próximo futuro, el desafío a que nos enfrentamos en materia de agua es global. Todo apunta a un empeoramiento generalizado de la situación actual, la reducción de las disponibilidades de agua, el deterioro de su calidad, y una grave amenaza para la seguridad hídrica colectiva. Es necesario diseñar y ejecutar respuestas eficaces a esos graves desafíos. La improvisación, simpleza, ausencia de rigor económico, y dogmatismos ideológicos no debieran ser obstáculos a esa necesidad.

QOSHE - Alerta: sequía en Cataluña - Francisco Cabezas
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Alerta: sequía en Cataluña

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24.11.2023

Se ha anunciado la inminente entrada en situación de alerta en Cataluña por sequía, y la consiguiente activación de las correspondientes restricciones a usos urbanos y regadíos.

Junto con ello, se ha dado a conocer la intención de aportar agua a Cataluña, proponiéndose que sea mediante barcos y con agua procedente de Europa, lo que se estaría estudiando por si finalmente el problema se agravase.

Es una situación igual a la que se vivió hace ya unos años, en la que se llegó a plantear un transporte de agua en barco desde Almería a Barcelona. Por entonces, tras derogar el trasvase del Ebro por razones políticas, era un tabú hablar de transporte de aguas entre cuencas, pese a la evidente........

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