El 2024 promete grandes retos y no se anuncia exento de estrecheces, pero acostumbrados a combatir y resistir, podemos decir como el poeta, “venga la esperanza, pase por aquí”, esa que acompaña a los que luchan, para hacer que suceda lo bueno que más nos conviene

Un 2023 cargado de retos y no pocas carencias, hace que muchos miren al futuro con incertidumbre o dejen a la suerte la realización de sus más caros anhelos personales.

A las puertas de un nuevo año, algunos se repiten como la vieja canción popularizada en los 90 del pasado siglo que “…a lo mejor para el año que viene, lo bueno sucede” y se autoengañan con rituales que atraigan la buena estrella o espanten los malos augurios.

Quizás no falte el jarro de agua para la calle a las 12:00 de la noche de este 31 de diciembre o alguien que recorra la manzana con una maleta, en el intento por materializar su sueño de viajar, pero más allá de la tradición y la jocosidad, la fecha debe llamarnos a examinarnos, tanto en lo individual como a nivel de sociedad, para recuperar la confianza en nuestras capacidades y continuar.

El año que termina ha sido un período tenso, nadie lo duda, en un mundo marcado por las guerras, la contracción económica postpandemia, incendios forestales agravados (o causados) por el calentamiento global y el cambio climático, terremotos y otras catástrofes naturales.

Tales acontecimientos han impactado fuertemente en el comercio internacional y en el precio de los alimentos, pero en el caso de Cuba, las consecuencias se han acentuado por el criminal bloqueo impuesto por Estados Unidos y las medidas para recrudecerlo; no obstante, no fueron los cubanos los únicos afectados en el período.

Según Naciones Unidas, en 2022 ya existían unos 345 millones de personas de 82 países en situación de inseguridad alimentaria aguda o de alto riesgo, unos 200 millones más que antes de la pandemia. Y en la actualidad, la escasez de alimentos afecta incluso a las organizaciones internacionales de ayuda humanitaria, que ven menguados también sus recursos para hacer frente a unas cifras de hambruna en alza.

A pesar de todo, tras 12 meses de estoica resistencia, hay un pueblo que emerge de la crisis energética, la inflación y escaseces de todo tipo, para aferrarse a la esperanza de que la voluntad y creatividad pueden arrojar resultados insospechados, sobre todo cuando hay una base de equidad social creada por la Revolución.

Desde hace ya 65 años gozamos de garantías que, a fuerza de estar ahí, pasan inadvertidas y no valoramos quizás con la magnitud que corresponde, como el hecho de no sufrir la amenaza de un desalojo por no poder pagar la renta, como tienen ahora mismo millones de ciudadanos en el planeta.

Tampoco fue aplicada ninguna política de choque para contrarrestar la crisis financiera, no cerró ninguna escuela ni algún pensionado dejó de recibir su chequera por falta de solvencia.

Sin idealismos ni falsos espejismos, podemos hacer planes para el próximo año, eso sí, planes reales, teniendo en cuenta el entorno, nada fácil y preñado de amenazas, pero convencidos de que somos los constructores de nuestros propios sueños.

La confianza no puede faltar cuando hace apenas unas horas, aún en medio de un escenario económico adverso, el parlamento cubano acaba de aprobar un presupuesto que, aunque prevé un déficit fiscal de 147 391 millones de pesos, da prioridad a la satisfacción de los servicios básicos de la población y asegura los principales sectores y programas sociales, como la salud pública, la educación, la cultura, el deporte, la asistencia y la seguridad Social.

El destino del 63 por ciento de los gastos totales a esos objetivos garantizará en el año la prestación de 110 millones de consultas en la atención primaria de salud y 375 000 ingresos en hospitales, así como una matrícula total de 1 millón 388 000 estudiantes en los diferentes niveles de enseñanza. Asimismo, crece en 3 075 millones de pesos el monto para respaldar las prestaciones de más de un 1 millón 824 000 jubilados y pensionados.

El Presupuesto es la vida de la nación

Nos corresponde responder a esa prerrogativa haciendo un uso adecuado de cada céntimo, cuidando cada inmueble o bien que se pone a disposición del pueblo, y velando porque la ética y el buen trato sean el adorno permanente de cada servicio que se ofrezca.

Cuando sólo restan días para que concluya el 2024, los habitantes de Ciego de Ávila tienen el compromiso con ellos mismos y con el país de ser más eficientes y enterrar de una vez lastres como el burocratismo, la indisciplina y la negligencia.

Habrá que tener presente las palabras de Fidel, cuando sentenció: “Nuestros enemigos tratan de golpear nuestras verdades, y contra esa obra de todo un pueblo calumnian por todos los medios posibles, intrigan y tratan de subvertir, tratan de matar la esperanza, de sembrar el pesimismo¨.

Acontecimientos recientes vienen a recordarnos que el enemigo no duerme y debemos estar vigilantes y atentos, pues necesitamos la paz y la tranquilidad por sobre todas las cosas para poder trabajar y desarrollarnos.

Si como sociedad hemos sido convocados a desarrollar las fuerzas productivas, y también las fuerzas espirituales de la Revolución, y a la rectificación constante, hacia lo interno de la familia y en el plano personal, no debemos dejarnos vencer por el desaliento o el pesimismo.

Con la convicción de que unidos somos más fuertes y de que el amor siempre será más poderoso que el odio, pongámonos como meta del nuevo año el fortalecimiento de los vínculos que nos unen, más allá de las distancias que nos separen y dejemos que resentimientos, dolores y agobios se vayan con el año que se despide.

Vivamos con alegría las tradiciones que nos legaron nuestros abuelos, quememos entre todos los fantasmas que frenan nuestro avance, limpiemos la casa y de paso la conciencia y enarbolemos el color rojo, que más que tradición, nos recuerda el significado de símbolos patrios.

Hagamos nuestra la convocatoria Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la clausura del Segundo Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su X Legislatura, en el Palacio de Convenciones, el 22 de diciembre de 2023, cuando expresó: “¡Vamos a celebrar nuestra voluntad de cambiar lo que debe ser cambiado para mantener y superar las conquistas sociales que la Revolución convirtió en derechos del pueblo! ¡Vamos a celebrar nuestra independencia, nuestra soberanía y nuestra libertad!”

El 2024 promete grandes retos y no se anuncia exento de estrecheces, pero acostumbrados a combatir y resistir, podemos decir como el poeta, “venga la esperanza, pase por aquí”, esa que acompaña a los que luchan, para hacer que suceda lo bueno que más nos conviene.

Comencemos el nuevo año con la convicción de que solo es imposible aquello que no intentamos.

QOSHE - A lo mejor para el año que viene - Magaly Zamora Morejón
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A lo mejor para el año que viene

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26.12.2023

El 2024 promete grandes retos y no se anuncia exento de estrecheces, pero acostumbrados a combatir y resistir, podemos decir como el poeta, “venga la esperanza, pase por aquí”, esa que acompaña a los que luchan, para hacer que suceda lo bueno que más nos conviene

Un 2023 cargado de retos y no pocas carencias, hace que muchos miren al futuro con incertidumbre o dejen a la suerte la realización de sus más caros anhelos personales.

A las puertas de un nuevo año, algunos se repiten como la vieja canción popularizada en los 90 del pasado siglo que “…a lo mejor para el año que viene, lo bueno sucede” y se autoengañan con rituales que atraigan la buena estrella o espanten los malos augurios.

Quizás no falte el jarro de agua para la calle a las 12:00 de la noche de este 31 de diciembre o alguien que recorra la manzana con una maleta, en el intento por materializar su sueño de viajar, pero más allá de la tradición y la jocosidad, la fecha debe llamarnos a examinarnos, tanto en lo individual como a nivel de sociedad, para recuperar la confianza en nuestras capacidades y continuar.

El año que termina ha sido un período tenso, nadie lo duda, en un mundo marcado por las guerras, la contracción económica postpandemia, incendios forestales agravados (o causados) por el calentamiento global y el cambio climático, terremotos y otras catástrofes naturales.

Tales acontecimientos han impactado fuertemente en el comercio internacional y en el precio de los alimentos, pero en el caso de Cuba, las consecuencias se han acentuado por el criminal bloqueo impuesto por Estados Unidos y las medidas para recrudecerlo; no obstante, no fueron los cubanos los únicos afectados en el período.

Según Naciones Unidas, en 2022 ya existían........

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