Escribe: Alfredo Coronel Zegarra

Gracias a la nueva demanda de los consumidores con mayor conciencia por los problemas ambientales que sufrimos, están apareciendo productos que pregonan que, de distintas maneras, han neutralizado sus emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, hay casos en los que esto no es totalmente cierto, por lo que debemos ser cuidadosos y responsables al adquirirlos.

Además de afirmaciones falsas, el lavado verde se refiere a frases imprecisas que pueden llevarnos a error. Conseguimos algo creyendo que estamos ayudando y resulta no ser cierto. Por ejemplo, la frase “amigable con el planeta” puede significar cualquier cosa y no hay forma de verificarla. Las aseveraciones deben acompañarse con información para su seguimiento y control, así quien lo desee podrá averiguar si lo que se dice es verdad. Estamos sujetos al escrutinio público, y debemos responder por lo que ofrecemos.

Otro caso son los productos denominados “naturales”, lo que solo nos dice que provienen de la naturaleza, algún lugar particular o que no son artificiales. Nada sobre su gasto de energía o uso de agua. La agricultura provoca alrededor de un tercio de los fluidos que causan el calentamiento global. Entonces, al obtenerlos, podríamos averiguar:

• ¿De dónde provienen? La huella de carbono del transporte para que lleguen a nuestra mesa puede ser considerable. Prefiramos, de ser posible, los que proceden de zonas cercanas, mientras los mecanismos de traslado de carga se convierten.

• ¿El suelo para cultivarlos se emplea intensivamente? Algunos terrenos requieren prácticas de descanso y rotación para recuperarse. ¿Hay relación con espacios deforestados? En diferentes lugares se tala para poder sembrar. Los combustibles fósiles muchas veces están en los insumos requeridos para el cuidado de los sembríos y en las demás etapas del proceso.

• Transformarlos para ser aprovechados puede necesitar más energía y recursos. El empaque es igualmente sensible en esta contabilidad. Asimismo, las funciones de administración, mercadeo o financiamiento liberan carbono a la atmósfera. ¿Qué sabemos sobre la cantidad de pérdidas y desechos y su tratamiento?

Esto nos muestra que hay varias cuestiones a considerar para poder distinguir entre promesas y acciones, identificar prácticas contradictorias o reconocer frases engañosas. Una circunstancia adicional es que, por ahora, en algunas ocasiones producir y por ende consumir, con un impacto reducido es costoso. Tendremos que pagar más para evitar elevar la temperatura de nuestro mundo. ¿Pondremos nuestras billeteras donde van nuestras palabras?

Colaborar con la solución del cambio climático nos obliga a ir más allá de aceptar las declaraciones publicitarias o participar del activismo opositor. Recurriendo a fuentes confiables, informémonos, estudiemos, modifiquemos hábitos y decidamos qué hacer, preguntando y aprendiendo.

Consultas y colaboraciones a pedrocasusol@gmail.com

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Lo natural no siempre es bueno para el ambiente

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21.01.2024

Escribe: Alfredo Coronel Zegarra

Gracias a la nueva demanda de los consumidores con mayor conciencia por los problemas ambientales que sufrimos, están apareciendo productos que pregonan que, de distintas maneras, han neutralizado sus emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, hay casos en los que esto no es totalmente cierto, por lo que debemos ser cuidadosos y responsables al adquirirlos.

Además de afirmaciones falsas, el lavado verde se refiere a frases imprecisas que pueden llevarnos a error. Conseguimos algo creyendo que estamos ayudando y resulta no ser cierto. Por ejemplo, la frase “amigable con el planeta” puede significar cualquier cosa y no hay forma de verificarla. Las aseveraciones deben acompañarse con información........

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