Escoba nueva barre bien. Siempre cuando se inician nuevos gobiernos se hace con una alta expectativa. Los primeros 100 días, aunque es poco tiempo para evaluar a fondo el desempeño de un mandatario, permite observar indicios en acciones, comportamientos o resultados de la gestión y es un abrebocas de lo que puede terminar siendo realmente el gobierno.

Iniciar no es tarea fácil, por ello es fundamental 3 aspectos: Estructurar un idóneo equipo de gobierno, tener claro lo que se quiere hacer y tomar decisiones. En momentos de crisis o dificultad, como actualmente, en seguridad, economía e inequidad lo mínimo que se espera es que un mandatario gobierne con las puertas abiertas a la ciudadanía y se apersone de los problemas desde el primer día, no para excusarse en el pasado, sino para brindar soluciones enfocado en el presente y el futuro.

Los nuevos planes de desarrollo, que terminan aprobados en el próximo mes de mayo, son el instrumento para definir la hoja de ruta del nuevo gobierno y del territorio en mención por los siguientes 4 años. Es la oportunidad de expresar con vehemencia y sin ambages lo que se quiere hacer y el cómo. Pero mientras se construyen y aprueban, un gobierno no puede esperar para trabajar. No es excusa para los primeros 100 días que aún no esté aprobado el nuevo plan de desarrollo, pues mientras tanto está vigente el anterior y finalmente, la elección de un gobernante es por un periodo de 4 años, desde el día uno hasta el último.

En este mismo corto tiempo, Bogotá ha avanzado en frentes de seguridad integrando a las empresas de vigilancia, enfrentó los incendios en los cerros, la situación del metro y ahora del agua. Bucaramanga con firmeza enfrenta a bandas delincuenciales. Tunja desarrolla un plan de mejoramiento vial. Cali redujo en 21% los homicidios y logró la COP16. Barranquilla inaugura y lanza nuevos proyectos. Cartagena ejecuta un plan de acción social y de infraestructura visible nacionalmente. De ahí su alta favorabilidad. ¿Y Neiva? Aunque se sabía de la crítica situación en que venía, lamentablemente parece quieta y cada vez más insegura.

Soy muy optimista frente a la gestión del Gobernador Villalba, sabe lo que quiere hacer. En cambio, siento preocupación e incertidumbre en cuanto a la administración municipal de Neiva. Neiva sigue igual. No se conocen logros en gestiones de proyectos y con demoras en la toma de decisiones. Aún sigue vigente el convenio irregular y leonino de la gestión catastral. No es claro cuál es el plan de saneamiento fiscal y financiero. Los huecos continúan. La seguridad agudizada, no es sólo perseguir motociclistas, se requiere un plan integral. Incluso, a la fecha actual no se ha nombrado el nuevo gerente en propiedad de la ESE Carmen Emilia Ospina.

Con amor ciudadano por nuestro municipio y por el bien de todos, ojalá en las próximas semanas la dinámica y gestión en Neiva mejore. Para eso se debe dejar el pasado atrás y enfocarse al presente y futuro para resolver los numerosos problemas y construir desarrollo de ciudad. ¡Ojo! La juventud es fuerza. Finalmente, las redes sociales sirven para comunicar y conectar, pero no se puede quedar en el ejercicio único de gobierno. Una cosa es gobernar y otra informar. ¡Cada día cuenta!