El presidente del Gobierno español, el señor Sánchez, viajó a Israel en la compañía de su homólogo belga, el señor De Croo, ambos en su condición de representantes de la Unión Europea para pedir a las autoridades israelíes una tregua mientras se intenta negociar la creación de dos Estados, uno palestino y otro israelí. Una solución que ya se estudió en el pasado y que terminó en la papelera, a donde van a parar las buenas intenciones diplomáticas.

España se abona a esta forma de resolver un conflicto, cuyo inicio se remonta al fin de la Segunda Guerra Mundial con la creación de un Hogar Judío y el inicio de la emigración a Palestina que nunca fue pacífica. De hecho, el primer país en sufrir la belicosidad de los hebreos retornados a la tierra que había sido habitada hace milenios por sus antepasados fue la Gran Bretaña, la potencia colonial administradora del territorio en disputa.

Londres se cansó pronto de aquella función y de soportar los atentados de los visionarios que ponían bombas, alguno de los cuales andando el siglo XX merecería el Premio Nobel de la Paz.

Desde la proclamación por Ben-Gurión (14 de mayo de 1947) del Estado de Israel, la relación entre la comunidad palestina que habitaba ese territorio desde “tiempo inmemorial”, hasta la formación de una entidad formada en su mayoría por personas procedentes de diversos países cuya ligazón es la práctica de la religión judía y la creencia de estar ocupando la Tierra Prometida por Dios a Moisés y sus descendientes, los enfrentamientos bélicos entre ambas comunidades concluyeron siempre con la victoria de la comunidad judía, que como último recurso cuenta con la posesión del arma nuclear (cuya existencia nunca reconoció) y de las técnicas de guerra más sofisticadas.

El último enfrentamiento tuvo lugar el 7 de octubre pasado cuando los milicianos de Hamás lanzaron un ataque por sorpresa que no pudo ser detectado por el Mossad, considerado hasta ese momento como uno de los servicios secretos más eficaces y mejor informados del mundo. Como venganza por los 1.200 asesinados por Hamás, el jefe de gobierno judío, el ultraderechista Netanyahu, que estaba siendo objeto de creciente oposición, interior, ordenó una “guerra de exterminio” contra la franja de Gaza en la que han muerto, según información de organismos internacionales, algo más 12.000 palestinos.

Hemos visto en las televisiones, quizás por primera vez casi en directo, el horrible espectáculo de los cuerpos destrozados por las bombas, la mirada extraviada de los adultos y el miedo inocente de los niños, que son la franja de edad más castigada por la matanza. Como si quisieran los verdugos arrebatarles el futuro para siempre y desarraigarlos (esa es la palabra) de la tierra donde sus padres los sembraron.

En algunos medios españoles, se critica ferozmente al presidente del Gobierno, señor Sánchez, al que acusan de cómplice del terrorismo palestino. La palabra “terrorismo” ha sido tan profusamente utilizada que ha perdido gran parte de su esencia. De forma lo más escueta posible, “terrorismo” es todo lo que nos aterroriza, sea lo que sea y venga de donde venga. La postura de Sánchez es la misma que la oficial que sostiene la Unión Europea.

QOSHE - Arrancar el futuro a los niños - José Manuel Ponte
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Arrancar el futuro a los niños

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29.11.2023

El presidente del Gobierno español, el señor Sánchez, viajó a Israel en la compañía de su homólogo belga, el señor De Croo, ambos en su condición de representantes de la Unión Europea para pedir a las autoridades israelíes una tregua mientras se intenta negociar la creación de dos Estados, uno palestino y otro israelí. Una solución que ya se estudió en el pasado y que terminó en la papelera, a donde van a parar las buenas intenciones diplomáticas.

España se abona a esta forma de resolver un conflicto, cuyo inicio se remonta al fin de la Segunda Guerra Mundial con la creación de un Hogar Judío y el inicio de la emigración a Palestina que nunca fue pacífica. De hecho, el primer país en sufrir la belicosidad de los hebreos retornados a la tierra que había sido habitada hace milenios por sus........

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