El Mundo cambia y, con ello, las ideas que lo rigen. Hace unas décadas nos dimos cuenta de que las empresas públicas orientadas a la prestación de bienes y servicios de mercado (telefonía, aviación, combustibles…) no eran una buena solución por distintos motivos: desde los incentivos del personal a las ineficiencias de los monopolios, pasando por la falta de capacidad de adaptación e innovación. Se privatizaron empresas públicas y se impulsó la competencia. Por esos mismos años también se acuñó la frase de que la mejor política industrial es la que no existe.

Hoy vemos las cosas de otra manera. Sin duda, son minoría los que apelan por una vuelta al pasado de las empresas públicas. Pero somos cada vez más los que abogamos por no dejarlo todo al mercado; que existen motivos y razones para intervenir, para liderar, para entrar en el capital de las empresas. Hablamos de un nuevo concepto de Estado emprendedor que busca la colaboración público-privada, de la apuesta por ecosistemas en los que se busca lo mejor de los dos mundos: la garantía del interés general y el uso de las herramientas del mercado, la compatibilización de los beneficios privados y los sociales.

Así es como yo entiendo la entrada de la SEPI en el capital de Telefónica y el deseo de formar un núcleo duro español en el consejo de administración que permita tener voz y voto en el futuro de la empresa. Porque hablamos de activos estratégicos para el país y, desde luego, no es lo mismo para mí ni para usted que algunas decisiones se tomen por fondos soberanos de países exóticos o por empresas y representantes de los intereses españoles. No seamos ingenuos. Ha sido una decisión necesaria y positiva. La aplaudo.

También aplaudo la creación de la Sociedad Impulsa Galicia; una sociedad que esbozamos en los informes que elaboramos el grupo de expertos que constituyó la Xunta de Núñez Feijóo para afrontar los extraordinarios desafíos económicos que planteó la pandemia en 2020 y 2021. Impulsa es un espacio sumamente flexible que permite imaginar el futuro empresarial y económico de Galicia, que posibilita pensar en proyectos que aprovechen potencialidades y oportunidades quizá demasiado complejas para que una sola empresa se embarque a pensar y a invertir en la fase de conceptualización. Altri es un excelente ejemplo de los frutos que puede dar Impulsa Galicia.

Y Recursos de Galicia (RDG) es otro ejemplo de lo mismo; y también de lo que debe ser el nuevo rol del sector público. No podemos seguir regalando los recursos naturales de Galicia sin que se queden aquí buena parte de los beneficios, el valor añadido de la industria y los servicios que acompañan esa explotación; o sin que generen ventajas comparativas en el precio de la electricidad. La Xunta debe desempeñar un papel muy relevante en ese aprovechamiento; debemos dar prioridad a nuestras empresas y, en una fase posterior, a los ciudadanos gallegos que quieran invertir a título individual. Hasta la fecha hemos estado cediendo derechos de propiedad a precios extraordinariamente bajos, con muy escasa rentabilidad social. Tampoco en esto seamos ingenuos.

QOSHE - Telefónica, Impulsa Galicia, RDG - Santiago Lago Peñas
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Telefónica, Impulsa Galicia, RDG

9 0
05.01.2024

El Mundo cambia y, con ello, las ideas que lo rigen. Hace unas décadas nos dimos cuenta de que las empresas públicas orientadas a la prestación de bienes y servicios de mercado (telefonía, aviación, combustibles…) no eran una buena solución por distintos motivos: desde los incentivos del personal a las ineficiencias de los monopolios, pasando por la falta de capacidad de adaptación e innovación. Se privatizaron empresas públicas y se impulsó la competencia. Por esos mismos años también se acuñó la frase de que la mejor política industrial es la que no existe.

Hoy vemos las cosas de otra manera. Sin duda, son minoría los que apelan por una vuelta al pasado de las empresas públicas. Pero somos cada vez más los que abogamos por no dejarlo todo al mercado; que........

© La Opinión A Coruña


Get it on Google Play