Empecemos por no negar la mayor. El acuerdo con los independentistas para la investidura de Sánchez, que incluye la amnistía para el procés, ha resultado desde el principio un arriesgado ejercicio acrobático consistente en hacer de la necesidad virtud. Dicho esto, dejemos la necesidad y pasemos a la virtud. Desde que me conozco, siempre que no ha habido mayoría absoluta, los nacionalistas han condicionado los Gobiernos de España. Y en todos los casos se ha dicho -tengamos memoria- que se estaba yendo demasiado lejos. Está vez no iba a ser menos. Lo de que esto es una dictadura, peor que el terrorismo de ETA o el 23F, lo dejamos para incluirlo en la próxima versión actualizada del Apocalipsis. Escuchemos, en cambio, a quienes critican la retórica independentista incluida en el acuerdo o falta de claridad en la alusión al lawfare por el riesgo que supone para la separación de poderes. Y valoremos en su justa medida lo que supone el regreso de los independentistas al marco constitucional, la mejora de la convivencia en un territorio fracturado, o el compromiso de negociar dentro de la legalidad. Ojalá la serenidad y el entendimiento se impongan al ruido y la furia.

QOSHE - Escuchar y valorar - Antonio Balsalobre
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Escuchar y valorar

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11.11.2023

Empecemos por no negar la mayor. El acuerdo con los independentistas para la investidura de Sánchez, que incluye la amnistía para el procés, ha resultado desde el principio un arriesgado ejercicio acrobático consistente en hacer de la necesidad virtud. Dicho esto, dejemos la necesidad y........

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