Murcia no ha inventado la pólvora con lo de poner gratis el autobús a partir del 1 de diciembre y hasta el 7 de enero. Antes lo han hecho otras ciudades en la Región, en España y en el mundo y los estudios que se han realizado no son muy halagüeños sobre que esta actuación haya conseguido quitar la inercia de los ciudadanos de utilizar el coche privado para la mayoría de sus desplazamientos.

El precio más o menos caro puede parecer un incentivo para la sociedad. Desde hace meses, el Gobierno de España ha incentivado el transporte público con rebajas en los billetes para paliar el gasto de las familias por la subida de los carburantes. A estos descuentos, se han sumado Comunidades autónomas y Ayuntamientos que han incluso bonificado aún más los precios.

En Madrid, por ejemplo, esa política de reducción del metro y del servicio de trenes de cercanías y media distancia no supuso una reducción del uso del coche privado. Tampoco en Molina de Segura, donde el autobús urbano es gratis, parece que los ciudadanos hayan dado su brazo a torcer y hayan dejado los coches, de manera masiva, aparcados en sus garajes.

Da igual que la ciudad sea grande o pequeña, parece que el precio del bus no es suficiente para alentar a los cochistas. Puede parecer atractivo desde el punto de vista económico, social y medioambiental y es un apoyo para todos aquellos que quieran intentar desengancharse de la automoción. Sobre todo, para ir de un sitio a otro en las fiestas y en las compras navideñas, tal y como ha planteado el Ayuntamiento de Murcia con esa medida sin precedentes (ha habido días de transporte público gratis por los picos de contaminación, días sin coches, entre otros, pero no en un periodo de tiempo tan extenso).

En 2013, Tallín, la capital de Estonia, fue la primera capital europea en plantear el transporte gratuito, aunque solo para sus residentes con el objetivo de reducir los atascos y mejorar la calidad del aire. Lograron incrementar el uso del autobús un 10% y pasaron del 40% al 50% de residentes que utilizaron este medio de movilidad sostenible. Sin embargo, el tráfico de vehículos no disminuyó, una circunstancia que parece, a priori, un contrasentido.

La explicación es que el aumento del uso del transporte público no provenía de los que dejaban el coche en sus casas sino de los peatones, que en lugar de ir andando a los sitios optaron por subirse al autobús. En definitiva, no lograron el objetivo propuesto de reducir el uso del coche privado.

También hay otros ejemplos (pocos) de pequeñas ciudades en Europa que sí alcanzaron a despejar sus cascos urbanos de vehículos de combustión fósil con la medida que va a poner en marcha el Ayuntamiento. No obstante, los estudios que se han realizado hasta el momento sobre esta política de gratuidad concluyen que son necesarios otros estímulos para que los conductores se bajen de sus turismos y caminen hacia una movilidad sostenible.

Una mejor frecuencia de paso, unos vehículos cómodos y modernos y unos itinerarios adaptados a cada territorio donde se dé un servicio de primera a los grandes centros de trabajo y a las zonas más pobladas serían algunas de las medidas que podrían hacer cambiar la mentalidad de la población murciana. Y hacer más pedagogía con la ciudadanía, que debe comprender que la crisis climática no tiene espera. Mientras tanto, a gozar esa gratuidad del transporte gratis durante un mes teniendo en cuenta el gran sacrificio económico que hará el Ayuntamiento, que no está precisamente boyante. Por nadie pase.

QOSHE - '¿Será suficiente el bus gratuito?', por Lola García - Lola García
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

'¿Será suficiente el bus gratuito?', por Lola García

5 7
21.11.2023

Murcia no ha inventado la pólvora con lo de poner gratis el autobús a partir del 1 de diciembre y hasta el 7 de enero. Antes lo han hecho otras ciudades en la Región, en España y en el mundo y los estudios que se han realizado no son muy halagüeños sobre que esta actuación haya conseguido quitar la inercia de los ciudadanos de utilizar el coche privado para la mayoría de sus desplazamientos.

El precio más o menos caro puede parecer un incentivo para la sociedad. Desde hace meses, el Gobierno de España ha incentivado el transporte público con rebajas en los billetes para paliar el gasto de las familias por la subida de los carburantes. A estos descuentos, se han sumado Comunidades autónomas y Ayuntamientos que han incluso bonificado aún más los precios.

En Madrid, por ejemplo, esa política de reducción del metro y del servicio de trenes de cercanías........

© La Opinión de Murcia


Get it on Google Play