Me parece de perlas que se multe a todas aquellas personas que en lugar de depositar la basura y los cartones dentro de los contenedores que pueblan las calles de Zamora, lo hagan fuera de estos artilugios. Por regla general suele haber un sitio para cada cosa pero cada cosa no está en su sitio. No hay más que pasar por según que calles para comprobarlo. Vecinos desaprensivos ha habido toda la vida. No se molestan en levantar la tapa del contenedor y depositan la bolsa al ladito mismo del depósito de que se trate. Lo cierto es que son los menos.

Lo peor viene dado por la cantidad de cartones y envases de todas las dimensiones, desde los que han contenido un frigorífico o una lavadora hasta los que han llevado dentro el glamour de unas prendas de mujer o el aroma de unos perfumes. Los peores embalajes proceden siempre de las tiendas de alimentación. Son los que peor huelen. Aunque los grandes mamotretos de cartón proceden de otro tipo de establecimientos.

Una costumbre muy extendida que, a partir de ahora, conllevará una multa de 750 euros. Me parecen pocos euros a tenor de lo que ocurre a diario, sobre todo en las calles donde se concentran unos cuantos establecimientos. Tenemos la ciudad echadita a perder. No se han querido soterrar los contenedores, sobre todo los que pueblan el centro de la ciudad y la marranería es la nota predominante. El civismo brilla por su ausencia.

No es cuestión de más contenedores, señor concejal de lo propio, se trata de cambiar los caducos modelos actuales y no concentrar ante los portales de las comunidades de vecinos hasta cuatro y cinco depósitos al uso. De poco sirve protestar y hacerlo educadamente, ¡para el caso que nos hacen! Porque, a ver, salvo que las calles estén sembradas de cámaras, ¿cómo averiguar de quien es el cartonaje abandonado en el lateral del contenedor o la bolsa de basura en cuestión? ¿O van a poner un policía municipal detrás de cada vecino? Total que los que cumplen, que son la mayoría, tienen que soportar la falta de civismo de los que se ponen la limpieza y las reglas por montera.

No le veo fácil solución porque en lugar de complacer a los vecinos, los contrarían ¡y de qué forma! Posiblemente, producto de estas actuaciones incívicas es el grado de suciedad que presentan ciertas aceras, sobre todo donde se levantan grandes superficies de alimentación. Aceras que precisan un buen fregado que nunca les llega, porque la manga riega del Ayuntamiento o es corta o no existe. No basta con barrer, hay que limpiar el suelo más en profundidad para evitar el aspecto asqueroso que presentan.

Es posible que ahora vaya la vencida y se ponga remedio a este estado de cosas, aunque si soy franca conmigo misma, no lo creo, no lo veo tan fácil porque no hay voluntad. Está campaña del área de Obras e Infraestructuras del excelentísimo Ayuntamiento de la muy noble y leal Zamora, deberá prorrogarse en el tiempo para concienciar a la población sobre la limpieza viaria que es cosa de todos, desde luego, pero fundamentalmente del Ayuntamiento que se ha dormido en los laureles, a pesar de las constantes quejas que le han ido llegando y sobre las que parece haber hecho oídos sordos. La inexistente oposición tampoco se libra. Que, ojalá, la campaña surta efecto. Será una gozada poder felicitar al concejal. Ya veremos.

QOSHE - Cada cosa en su sitio - Carmen Ferreras
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Cada cosa en su sitio

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03.02.2024

Me parece de perlas que se multe a todas aquellas personas que en lugar de depositar la basura y los cartones dentro de los contenedores que pueblan las calles de Zamora, lo hagan fuera de estos artilugios. Por regla general suele haber un sitio para cada cosa pero cada cosa no está en su sitio. No hay más que pasar por según que calles para comprobarlo. Vecinos desaprensivos ha habido toda la vida. No se molestan en levantar la tapa del contenedor y depositan la bolsa al ladito mismo del depósito de que se trate. Lo cierto es que son los menos.

Lo peor viene dado por la cantidad de cartones y envases de todas las dimensiones, desde los que han contenido un frigorífico o una lavadora hasta los que han llevado dentro el glamour de unas prendas de mujer o el aroma de unos perfumes. Los peores embalajes proceden siempre de........

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