Pues sí, ha sido la pregunta de la semana: "Oye, ¿te gusta fruta?". Y el destinatario ha podido ser Juan, Pedro, Margarita, Carlota o la vecina del quinto, que no veías desde la primavera. Y al verla de nuevo, se la has lanzado a la cara. La pregunta, no la fruta, claro. Y ella, que no entendía nada, te ha mirado de arriba abajo, con cara de sorpresa, y te ha soltado: "¿Pero de qué me estás hablando? Acabo de aterrizar en casa hace siete horas y me saludas con una pregunta extraña". Y tú: "¿Pero no te has enterado? Que la fruta se ha puesto de moda y ahora todo el mundo anda por ahí diciendo que le gusta muchísimo. Ya ves, chica, qué cosas más raras se ven y se escuchan. Y digo yo: ¿pero no habrá cosas más importantes de las que hablar? Pues, según parece, no". Y la vecina del quinto: "Mira, chata, me he perdido. Si quieres, dejamos este asunto tan importante para esta tarde. Tomamos un café y me cuentas con calma, que ahora tengo que ir con el chucho a la clínica veterinaria. Me han dado cita para las diez de la mañana y llego tarde". Y le respondes que eso está hecho.

Y hasta que llega la hora del café, la vecina del quinto se pasa por la clínica veterinaria, saluda a Alejandro y este, que derrocha simpatía por los cuatro costados, le pregunta que si le gusta la fruta. Y entonces, María Eugenia, que así se llama nuestra protagonista, no puede más y salta: "¿Pero también aquí estáis con la dichosa fruta? Acabo de dejar a Julia y tú me saludas con la misma chorrada. ¡Pues claro que me gusta la fruta! Y las hortalizas, las legumbres, la pasta, la carne, el pescado, los cereales integrales, la leche, los yogures, el té verde, el té rojo, el café, las nueces, las almendras, las avellanas y un montón de cosas más. De aquí, de México, de Chile, de Uganda, de Pakistán, de Australia, de Marruecos, de Japón". Y el veterinario: "Ya veo que los cinco meses que has estado por ahí de pingo te han sentado de maravilla y que te has perdido las últimas novedades de este maravilloso país, llamado España". Y María Eugenia: "¿Y entonces la fruta es la nueva estrella? Mira, chato, échale un vistazo a Yako y dime si está como Dios manda". Y dicho y hecho.

Y llegó la hora del café. Y allí estaban las dos, junto a Carmina, Milagros, Natalia, Avelina y Clarisa. Las siete magníficas, que así habían sido bautizadas en su momento por Pedrito, el propietario del mejor chiringuito para pasar una buena tarde. Y al llegar, todas empezaron con la misma monserga: que si te gusta la fruta, que a mí sí y a mí no, que cambia de tema, por favor, etcétera. También en la tele, que apenas se escuchaba, andaban con los mismos debates. Ellas, sin embargo, aparcaron la dichosa fruta y volvieron a lo de siempre: el parchís. Allí estuvieron dos horas tirando los dados y moviendo las fichas. Poco antes de las ocho de la tarde, abandonaron el café. Y Pedrito, que se las sabía todas, no pudo por menos que decir en voz alta: "Adiós, chicas, y no olvidéis comprar fruta, que proporciona un importante aporte vitamínico y mineral, mejorando la salud y la nutrición". Y todas fueron al supermercado en busca de fruta, esperando que también tuviera efectos positivos sobre el estado de ánimo y la convivencia. Pero eso, ya pueden sospechar, es otra historia.

QOSHE - Oye, ¿te gusta la fruta? - José Manuel Del Barrio
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Oye, ¿te gusta la fruta?

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19.11.2023

Pues sí, ha sido la pregunta de la semana: "Oye, ¿te gusta fruta?". Y el destinatario ha podido ser Juan, Pedro, Margarita, Carlota o la vecina del quinto, que no veías desde la primavera. Y al verla de nuevo, se la has lanzado a la cara. La pregunta, no la fruta, claro. Y ella, que no entendía nada, te ha mirado de arriba abajo, con cara de sorpresa, y te ha soltado: "¿Pero de qué me estás hablando? Acabo de aterrizar en casa hace siete horas y me saludas con una pregunta extraña". Y tú: "¿Pero no te has enterado? Que la fruta se ha puesto de moda y ahora todo el mundo anda por ahí diciendo que le gusta muchísimo. Ya ves, chica, qué cosas más raras se ven y se escuchan. Y digo yo: ¿pero no habrá cosas más importantes de las que hablar? Pues, según parece, no". Y la vecina del quinto: "Mira, chata, me he........

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