¿Cuáles son los criterios del fiscal de Viacha Omar Quisbert para detener a una mujer que para muchas personas es víctima de, al menos, violencia vicaria? En las breves explicaciones que dio a los medios, cuando decidió detenerla por el delito de homicidio culposo e infanticidio, no queda claro. Hay, en todo caso, mucho de indicios de violencia judicial machista.

El pasado 5 de febrero se descubrieron los cuerpos de tres infantes envenenados al parecer por su padre, que a su vez se habría suicidado de la misma manera. En el lugar él habría escrito: “Mi esposa y su amante me mataron”. Un caso trágico que llevó al fiscal a nada menos que a detener preventivamente a la esposa.

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Mientras el fiscal no demuestre lo contrario con pruebas que lo sustenten, según se entiende por las acciones de su autoridad, ella sería la culpable o instigadora de lo ocurrido por sus acciones de mujer infiel y, por ello, mala madre. Si el fiscal no tiene más que ello, resulta absurdo su criterio que estaría sustentado solo en una lógica machista y patriarcal en la que ella merece un castigo por haberse portado mal. Algo que, por otra parte, no se ha probado y que si fuera cierto tampoco importaría a fines legales. La infidelidad no es delito, de serlo pocas personas podrían tirar alguna piedra. Hipocresía pura.

Todo indica que el padre mató a los hijos y se suicidó, seguramente estaría en un estado de crisis emocional cuyos resultados conmocionan. Es un caso muy triste, pero hay tres criaturas asesinadas que debiera generar una búsqueda de claridad. Esto impele a que se vea con distancia y seriedad lo ocurrido y que se tomen en cuenta ciertos criterios necesarios, como los de conocer conceptos como: celos, amor romántico y, fundamentalmente, violencia vicaria.

La mujer, según reflejan los medios, habría declarado que su marido la celaba constantemente. Sentir celos tiene solo un mínimo muy pequeño de normalidad en una relación. Los celos muestran inseguridades de quien es celoso y también señalan ese sentido nocivo de propiedad sobre la otra persona. Los celos solo generan un estado de miseria y sufrimiento para quien los siente y también para su pareja. Los celos no deben ser permitidos y si hay problemas de pareja hay que ver la forma razonable de resolver la situación.

Los celos también forman parte de una manera de amar dañina que ha sido aprendida socialmente mediante lo que se conoce como el amor romántico, un amor sublimado e irreal, un amor extremo sufridor que es capaz de morir por amor y también de matar, un tipo de amor que es fomentado por novelas y por canciones populares que crean un imaginario con respuestas negativas, trágicas, a la hora de resolver situaciones. Por otra parte, en una sociedad machista, como la nuestra, la infidelidad femenina es peor vista que la masculina (que incluso es aceptada) y un hombre traicionado siente además atacada su hombría.

Una reacción de violencia machista ya muy estudiada es la llamada violencia vicaria, que consiste en “castigar” a la mujer provocándole dolor a través de dañar a personas a las que ella ama, principalmente mediante hijos e hijas (en algunos casos también mascotas). Es así que se han dado muchos casos en los que el marido o expareja daña o mata a los hijos de ambos o de la mujer para vengarse de ella y provocarle un sufrimiento enorme y permanente.

En la violencia vicaria los hijos e hijas son tratados como objetos para provocar dolor, no existe un criterio de cuidarles o protegerles, todo lo contrario, no importan y su sentido es su capacidad de provocar daño a la madre. Y es generalmente a la madre porque suele ser ella la que tiene mayor relación y conexión con los hijos. En Bolivia, donde hace pocos años se hacen estadísticas de violencia machista, se tiene poca información y registro sobre este tipo de violencia.

Finalmente, en este caso todo indica que también hay una violencia de clase porque se trata de una familia de escasos recursos cuya sobreviviente, la madre hoy detenida, no es alguien relevante en la sociedad y su vida y destino no transcienden en los medios, ni en las organizaciones de defensa de derechos de las mujeres. ¿Se le ha permitido asistir al entierro de sus hijos? ¿Recibe algún tipo de ayuda emocional y legal? El fiscal y sus criterios poco claros la han encerrado por cuatro meses de manera preventiva y, en tanto, ha llegado el Carnaval y sus festejos, todo lo demás qué importa.

(*) Drina Ergueta es periodista y antropóloga

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Los criterios del fiscal Omar Quisbert

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15.02.2024

¿Cuáles son los criterios del fiscal de Viacha Omar Quisbert para detener a una mujer que para muchas personas es víctima de, al menos, violencia vicaria? En las breves explicaciones que dio a los medios, cuando decidió detenerla por el delito de homicidio culposo e infanticidio, no queda claro. Hay, en todo caso, mucho de indicios de violencia judicial machista.

El pasado 5 de febrero se descubrieron los cuerpos de tres infantes envenenados al parecer por su padre, que a su vez se habría suicidado de la misma manera. En el lugar él habría escrito: “Mi esposa y su amante me mataron”. Un caso trágico que llevó al fiscal a nada menos que a detener preventivamente a la esposa.

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Mientras el fiscal no demuestre lo contrario con pruebas que lo sustenten, según se entiende por las acciones de su autoridad, ella sería la culpable o instigadora de lo ocurrido por sus acciones de mujer infiel y, por ello, mala madre. Si el fiscal no tiene más que ello, resulta absurdo su criterio que estaría sustentado solo en una lógica machista y patriarcal en la que ella........

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