La semana pasada, dos tópicos llamaron la atención sobre China: el primero, el riesgo que corre China de caer en la “trampa de los ingresos medios”, nada menos de Nouriel Roubini, y el segundo, la declaración a Bloomberg de la Secretaria del Tesoro de EEUU, relativa a que “la aceleración de la industria china está distorsionando la economía mundial: Yellen”.

También revise: ¿La economía de Biden o de Trump?

Roubini (2024, abril), uno de los pocos que anticipó la crisis financiera de 2008, aunque hasta el presente todavía no registró otro éxito similar, advierte la trampa de ingresos medios para China: “¿Será China la excepción? Después de más de 30 años de tasas de crecimiento cercanas al 10%, su economía se desaceleró bruscamente en esta década; incluso el año pasado —cuando experimentó un fuerte rebote después de la era de la ‘política de cero COVID-19’— su crecimiento según los indicadores oficiales solo fue del 5,2%. Aún peor es que según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional su crecimiento caerá al 3,4% anual para 2028, y teniendo en cuenta sus políticas actuales muchos analistas prevén que la tasa de crecimiento potencial solo será del 3% para fines de esta década. Si eso ocurre, China habrá efectivamente caído en la trampa del ingreso medio”.

En 2007, el Banco Mundial sugería que Asia Oriental pronto se convertiría en una región de ingresos medios y planteaba la idea de la «trampa de los ingresos medios», concepto que no definió. En 2011, Homi Kharas y Harinder Kohli (2011) profundizaron en el concepto, especificando que cuando un país escapa de la trampa de la pobreza en la etapa de desarrollo de bajos ingresos y entra en la fase de desarrollo de ingresos medios, puede enfrentar un estancamiento del crecimiento y la incapacidad de seguir ascendiendo en la escala hacia el rango de ingresos altos.

Shaojie Zhou y Angang Hu precisan que: “…cuando un país entra en la categoría de país de ingresos medios desde la etapa de desarrollo de ingresos bajos, pierde las ventajas comparativas de un costo de mano de obra más barato y se vuelve menos competitivo en las exportaciones de manufacturas frente a los países de ingresos bajos y bajos salarios debido al aumento de los costos laborales (What Is the “Middle Income Trap”).

De esta manera, para salir de la supuesta trampa de ingresos medios había que ser más competitivos en las exportaciones totales, en las de manufacturas y en productos de alta tecnología.

Según las estadísticas de la OMC (2024), China ocupa en 2023 el primer lugar como exportador en el mundo con una participación del 14,4% del total y en el segundo lugar EEUU, con un 8,3% del total mundial. En las exportaciones de manufacturas, China tiene el primer puesto, así como, por ejemplo, en las exportaciones de equipo de oficina y telecomunicaciones, en cambio EEUU está en tercer lugar como exportador de manufacturas y en el sexto puesto en exportaciones de equipo de oficinas y telecomunicaciones. Es en las exportaciones de automóviles que EEUU está en segundo lugar, mientras que China en el quinto lugar, según la OMC (2024).

Lo cierto es el meteórico ascenso de China en el sector manufacturero, de un 5% de la cuota de la producción bruta mundial en 1995 subió a un 35% en 2020, mientras que EEUU, que en 1995 participaba con el 22% de la producción mundial manufacturera, cayó de importancia en 2020 a un 12%.

En este contexto hay que situar las declaraciones de la Secretaria del Tesoro de EEUU, que en nombre de todos los países y las instituciones encargadas de velar las reglas multilaterales acusa que “el exceso de capacidad de China distorsiona los precios y los patrones de producción mundiales y perjudica a las empresas y los trabajadores estadounidenses, así como a empresas y trabajadores de todo el mundo”. Es la primera vez que se acusa a un país por tener exceso de capacidad industrial y se cuestiona su política industrial.

¿Qué tienen entonces que hacer los países con sus políticas industriales y tecnológicas? Esperar el visto bueno de EEUU, una especie de “certificación mundial”. Me imagino a la India, dentro de unos pocos años, puesto que es el séptimo exportador mundial de productos y el tercer exportador mundial de servicios digitales. En conclusión: ¿No seria mejor denominarla la trampa de EEUU?

(*) Gabriel Loza Tellería es economista, cuentapropista y bolivarista

QOSHE - China: ¿En la trampa de ingresos medios o de EEUU? - Gabriel Loza Tellería
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

China: ¿En la trampa de ingresos medios o de EEUU?

7 0
17.04.2024

La semana pasada, dos tópicos llamaron la atención sobre China: el primero, el riesgo que corre China de caer en la “trampa de los ingresos medios”, nada menos de Nouriel Roubini, y el segundo, la declaración a Bloomberg de la Secretaria del Tesoro de EEUU, relativa a que “la aceleración de la industria china está distorsionando la economía mundial: Yellen”.

También revise: ¿La economía de Biden o de Trump?

Roubini (2024, abril), uno de los pocos que anticipó la crisis financiera de 2008, aunque hasta el presente todavía no registró otro éxito similar, advierte la trampa de ingresos medios para China: “¿Será China la excepción? Después de más de 30 años de tasas de crecimiento cercanas al 10%, su economía se desaceleró bruscamente en esta década; incluso el año pasado —cuando experimentó un fuerte rebote después de la era de la ‘política de cero COVID-19’— su crecimiento según los indicadores oficiales solo fue del 5,2%. Aún peor es que según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional su crecimiento caerá al 3,4% anual para 2028, y teniendo en........

© La Razón


Get it on Google Play