Eran casi las siete de la mañana de ese 9 de diciembre de 2005. El noticiero matutino de Televisa interrumpió la barra de comerciales para anunciar en voz de su locutor la transmisión en vivo de un operativo de la policía mexicana. “Atención, estamos a punto de ver en vivo y en directo un duro golpe contra la industria del secuestro”, decía, mientras las imágenes mostraban a un grupo de uniformados entrando a una casa, con los fusiles de asalto apuntando a uno y otro lado. Un reportero que los seguía de cerca, agitado, decía “¡tenemos información de que aquí están tres personas secuestradas y dos de los secuestradores!” “¡Al parecer están armados!”

Las imágenes mostraron el ingreso de los policías a una habitación donde ya se encontraban dos personas, una tendida en el piso y otra sentada, cubierta con una manta. La cámara mostró dos ametralladoras y el reportero dijo “aquí están sus armas”. Luego enfocó el rostro de los detenidos, a quienes el reportero gritaba ”¡cómo se llama, cómo se llama!” y otras preguntas.

Sin cortes y con la narración sobrecogedora del reportero se informó que los dos pertenecían a la banda de secuestradores “Los zodiaco” y que ahí tenían a tres personas, una menor de edad, que “¡gracias al gran operativo policial fueron rescatadas sanas y salvas!”

La exclusiva de Televisa fue un campanazo mediático que fue reproducido por los demás medios mexicanos. El gobierno emitió spots que hablaban de “lucha frontal contra el crimen”, “acabar con los delincuentes”…

Dos meses después, se sabría que todo fue una farsa, un montaje, que todo fue actuado y que todos lo sabían: el gobierno, la policía, el canal de televisión, el locutor, el reportero y los supuestos secuestrados. Fue el caso de la ciudadana francesa Florence Cassez y del mexicano Israel Vallarta.

Al ver el video completo de la toma del noticiero ecuatoriano y lo que vino después, no pude dejar de pensar en que esto, también, podría ser un montaje: 13 muchachos se meten al set de televisión, se hacen colocar micrófonos inalámbricos y se pasean frente a la cámara, ¿para qué? ¿Hacerse ver, nada más?, porque en ningún momento exigen algo. Uno de ellos dice “con la mafia no se juega”. ¿Mafiosos armados con revólveres antiguos, un arma larga que se parece a una escopeta de balines por su cañón ancho; una granada, un envoltorio y un cartucho de dinamita, cuando los sicarios de verdad usan ametralladoras Browning de 700 tiros por minuto, fusiles Barrett que perforan blindajes y lanzagranadas? ¿Mafiosos “con armas de guerra”, según CNN y otros medios ecuatorianos, que no huyen y permanecen hasta que la policía llegue y los capture así de fácil? ¿Una cámara que, según dijeron, fue abandonada en una toma fija pero que en un momento del video gira hacia la puerta del set, por donde de un momento a otro entrará la policía? ¿Un video presentado con música de suspenso?

¿Un locutor de ese mismo canal que casi simultáneamente relata en exteriores la entrada de la policía y, sin venir al caso, habla de temores en la población y dice que varios negocios, oficinas, tiendas comerciales y otros cerraron sus puertas? ¿Motines en cárceles donde dicen que fueron secuestrados más de 100 funcionarios y que a las pocas horas son liberados, sin ninguna exigencia ni reclamo de parte de los reclusos? ¿Cárceles en donde, luego de su revisión, se encontraron mayormente electrodomésticos y licores?

¿Un gobierno que impone un estado de sitio y al día siguiente propone subir el IVA de 12 a 15%? Y lo más sospechoso: ¿la jefa del Comando Sur del ejército estadounidense, Laura Richardson, va de inmediato a ofrecer su “ayuda”? ¿Esa que hace poco dijo que Sudamérica era importante para la seguridad nacional de Estados Unidos por sus recursos naturales, petróleo, cobre, oro, agua dulce, litio y tierras raras? ¿Y que por eso el gobierno de su país debería empezar “su juego”? ¿Ya empezó? ¿Se reinstalará la base militar estadounidense de Manta, que en el gobierno de Rafael Correa fue retirada? ¿Entrarán las tropas norteamericanas a Ecuador, tal como lo anunció ya el presidente Daniel Noboa, que nació en Miami y desde su juventud se formó en escuelas y universidades de Estados Unidos?

La Razón da la bienvenida a nuestro nuevo columnista Javier Bustillos Zamorano. Tenemos la certeza de que sus opiniones enriquecerán la pluralidad de visiones que habitan estas páginas. Sus textos se publicarán cada 15 días.
Esta casa periodística sigue creciendo.

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¿Fue un montaje?

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22.01.2024

Eran casi las siete de la mañana de ese 9 de diciembre de 2005. El noticiero matutino de Televisa interrumpió la barra de comerciales para anunciar en voz de su locutor la transmisión en vivo de un operativo de la policía mexicana. “Atención, estamos a punto de ver en vivo y en directo un duro golpe contra la industria del secuestro”, decía, mientras las imágenes mostraban a un grupo de uniformados entrando a una casa, con los fusiles de asalto apuntando a uno y otro lado. Un reportero que los seguía de cerca, agitado, decía “¡tenemos información de que aquí están tres personas secuestradas y dos de los secuestradores!” “¡Al parecer están armados!”

Las imágenes mostraron el ingreso de los policías a una habitación donde ya se encontraban dos personas, una tendida en el piso y otra sentada, cubierta con una manta. La cámara mostró dos ametralladoras y el reportero dijo “aquí están sus armas”. Luego enfocó el rostro de los detenidos, a quienes el reportero gritaba ”¡cómo se llama, cómo se llama!” y otras preguntas.

Sin cortes y con la narración sobrecogedora del reportero se informó que los dos........

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